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El mercado de termos eléctricos está resistiendo mejor estos tiempos de crisis gracias a la reposición. Este es el mensaje que lanzan los principales fabricantes de un producto que se relaciona mucho con segunda residencia y que suele ser sustituido y no reparado cuando se estropea. Su ajustado precio le permite competir mejor que una caldera o calentador.
Si bien esa facilidad de reposición juega a favor de los termos eléctricos, también existen factores en contra: el principal, claro está, el precio de las tarifas eléctricas. Por ello los fabricantes se afanan cada vez más en apostar por termos eléctricos eficientes que permitan al usuario un ahorro del consumo eléctrico, muchos de ellos con soluciones de software que garantizan el uso real de agua caliente del usuario y facilita programar según necesidades. Otras prestaciones son termos con display, con doble ánodo de sacrificio que aumenta la vida útil del producto, con programación y control de temperatura y mayor espesor de aislamiento.
Las normativas europeas ERP prohibirán a partir de 2017 aquellos termos eléctricos menos eficientes, lo que a buen seguro facilitará la renovación del parque de productos con un mayor gasto energético.
Lo cierto es que, pese a que el termo eléctrico se mantiene gracias a la reposición, la caída de la obra nueva ha condicionado claramente las ventas en los últimos años.
Los datos de Euroconstruct hablan de un volumen de mercado de 736.000 unidades en 2012 y 720.000 en 2013. Una caída del 2% que tiene mucho que ver con la obra nueva.
Otro factor importante es la influencia del precio, que sigue erosionado, en buena parte por los productos de marca blanca y el impacto que la gran superficie de bricolaje tiene en este producto. En torno a un tercio de las ventas se concentra aquí.
La tendencia para este año será de estabilización, con un margen de +-2%. La obra nueva seguirá bajo mínimos -con menos visados aún al pasar de 80.000 viviendas en 2013 a 45.000 en 2014 - y el mercado seguirá marcado por la reposición, la tabla de salvación a la que aferrarse en estos días.