El mundo de la ingenierías fía la recuperación del sector a la rehabilitación

El mundo de la ingeniería sigue observando con ciertas reservas la coyuntura actual, pero existe una coincidencia general en el análisis sobre dos asuntos: la crisis ha tocado fondo y la salida de ella vendrá de la mano de los proyectos de rehabilitación y reforma. La obra nueva ni está ni se la espera.

"Habíamos llegado a una situación tan calamitosa que desde ahí lo único razonable era comenzar a mejorar poco a poco", afirma Antonio Carrión, ingeniero consultor y presidente de Aedici, la asociación que agrupa a las principales ingenierías. "Se observa algo más de actividad de la mano de la rehabilitación, que debe ser la base del crecimiento en los próximos años, pero aún hoy sigue primando el trabajo fuera de España. Digamos que el momento es esperanzador, pero la situación sigue siendo mala".

Para Carrión, la calificación energética "ha sido un chasco". "Se ha convertido en un mercado malo y barato que no ha servido para mucho". Y sobre el RITE tiene la sensación de que "las exigencias son más racionales, que puede generar cierta riqueza en el arte de proyectar. De alguna forma, creo que con su modificación ha mejorado la situación, se confía más en la ingeniería".

En el caso del CTE, cree que "se enriqueció, pero sigue huérfano de los requerimientos de las ingenierías, va más por el lado del diseño arquitectónico".

En su opinión, la rehabilitación es absolutamente necesaria, una demanda a gritos del sector de la edificación dada la obsolescencia de muchas construcciones. "A medio plazo este sector estará varias cabezas por delante de la obra nueva".

Mucho que hacer en rehabilitación de instalaciones
Para Javier Moreno, ingeniero consultor, "hemos tocado fondo, pero seguimos ahí abajo". "Mi impresión es que esto no volverá nunca a ser lo que fue".

También coincide en su análisis sobre el peso de la rehabilitación, que "hay que hacerla sí o sí". "Ni siquiera hablo de rehabilitación integral, sólo en instalaciones hay mucho por hacer en el mundo de la rehabilitación. Hablo de cambio de equipos, de calderas ineficientes, etc, mejoras que son buenas porque se traducen en ahorro energético. Y es perfecto porque genera trabajo para todo el sector: ingenieros, fabricantes, distribuidores e instaladores".

Para Moreno, la certificación energética ha sido un fiasco. "Es una pena porque se ha utilizado para vender o alquilar casas únicamente, y el objetivo era otro. Debe mejorarse la letra en serio, a través de pequeñas rehabilitaciones que hagan los edificios más eficientes. Si la finalidad era ahorrar energía, no se está consiguiendo, La normativa debe utilizarse con unos objetivos, con un plan, no por cumplir".

Para Paul Gerard O´Donohoe, gerente de Tayra, el sector "ha tocado fondo porque no se podía bajar más, pero el mundo de la ingeniería está tocado".

"Como no hay construcciones nuevas desde hace años, las instalaciones han sufrido un proceso de envejecimiento que debe corregirse. Y ese es el principal trabajo que están asumiendo las ingenierías".

"La ingeniería debe transformarse, hay que cambiar la forma de trabajo, especializarse y centrarse en mediciones, análisis de comportamiento, eficiencia energética, en definitiva, pero con mayúsculas".

"Ahora mismo existe trabajo latente en cambio de instalaciones, pero para que aumente la actividad es necesario que fluya el crédito y que cambie la actitud del usuario, que pierda de alguna forma el miedo que ha presidido los últimos años".

Enrique Yotti, presidente de Ashrae, también cree que la actividad ya ha atravesado la Zona Cero. "Definitivamente, sí. Pero el trabajo de las ingenierías sigue estando mucho fuera de España".
"Las perspectivas, en cualquier caso, han mejorado, Y hay que darse cuenta que la ingeniería es el último vagón del tren, echa a andar más tarde que otras actividades del sector de la construcción".

Para Yotti, "rehabilitación y reforma están centrando la atención de la ingeniería, pero no son la panacea, sí una fuente de negocio, pero reducida".

Rafael Úrculo, de Úrculo Ingenieros, opina que existen varias crisis de trabajo, "pero parece que poco a poco se va remontando. Una situación que no será fácil de salvar es la que tiene que ver con los precios, se ha instalado la idea de que todo puede hacerse más barato. Todo se salta a la torera, incluidos los plazos de pago a proveedores. El primer paso es que haya trabajo; el otro, la deflación que vive el sector, no será tan fácil de corregir".

En cuanto a los aspectos normativos, Úrculo afirma que "seguimos siendo líderes en normativa y también líderes en incumplirla. La Administración debe darse cuenta de que cuanto más se regula, peor. Es mejor tener pocas normas, pero que se cumplan".

Las modificaciones del CTE y el RITE suponen una mejora en la calidad de las instalaciones, pero sin embargo los requerimientos de mejora de la calidad no van acompañados de una mejora de los precios".

Para Úrculo, el certificado energético "no ha servido de nada, se hace por 100 euros, es una auténtica patraña".

Sobre la rehabilitación, cree que "es lo único que hay. Debe renovarse todo lo que no se ha hecho en los últimos años de crisis. Ahora el 80% del trabajo es rrehabilitación y reforma, pero a largo plazo será el 100%".

Certificación energética, en situación marginal
David García, de Plenum Ingenieros, ve la situación actual "complicada". "No hay mucho trabajo, y el poco que hay no es de calidad. Además, los honorarios están  tirados por los suelos, es como si las ingenierías hubiésemos aceptado esta dinámica de bajos precios".

"Me gustaría pensar que 2014 será mejor que 2013, pero mi opinión es que seguirá siendo complicado. En nuestra empresa el año pasado fue bueno, pero 2014, hasta marzo-abril que se ha visto algo más de alegría, ha sido malo. Es como si estuviésemos en una montaña rusa, todo va a trompicones. Creo que 2015 y 2016 también seguirán siendo años complicados".

"Por otro lado, obras grandes no existen, así que la ingeniería se refugia en la rehabilitación, que es un sector interesante, pero tampoco es una fiesta. Hay muchos grupos de trabajo, asociaciones, informes, que hablan de este sector como un generador cierto de trabajo, pero no acaba de plasmarse. Imagino que sería necesaria una implicación de la Administración al 100%".

"El panorama desde mi opinión es complejo, iremos a mejor, pero lentamente, con un camino lleno de incertidumbres y obstáculos. La ingeniería sigue mirando mucho fuera porque aquí, además de la propia crisis, tenemos también la generada por la bajada de los honorarios. En España pasarán por lo menos tres o cuatro años hasta que la rueda vuelva a girar".

García coincide con sus compañeros en que la exigencias que comportan las modificaciones del RITE y el CTE son mayores, "pero al mismo precio". También ve con cierta pesadumbre la implantación del certificado energético, que "no ha acabado de funcionar".

Juan Travesí, de ACH, cree que el sector "está arrancando y cada vez se nota más". "Para nosotros 2013 ya fue un buen año, lo que también puede traducirse en que ya estamos trabajando en España".

"Es cierto que existen muchos problemas, como el de los precios, que están por los suelos. Ahora mismo hay mucho freelance que trabaja desde casa y eso genera un segundo mercado fuera del circuito habitual".

Para Travesí, la certificación energética "a nadie le importa ni le preocupa. Es algo marginal. Lo que sí funciona son certificaciones como LEED, BREEM, GBCe, etc".

"La rehabilitación es el mercado que existe hoy día, pero es cierto que la normativa, por ejemplo en el caso del CTE, no está preparado para la reforma, dificulta que se hagan rehabilitaciones integrales en los edificios. El Código Técnico se ha ideado para obra nueva, pero no para la reforma. Y es una pena porque es un freno para muchos proyectos. Ves que hay proyectos en los que te encuentras que si tocas la fachada, tienes que cumplir el LIDER. Igual que si toco una caldera, tengo que cumplir el RITE. Y al final no se hacen. Es absurdo. Son problemas normativos que afectan el desarrollo del sector de la rehabilitación".

Por su parte, Felipe Cebrián cree que "estamos en el punto de inflexión por la propia situación de la macroeconomía", pese a haber vivido la peor época en "cuarenta años de oficio".

Al CTE y al RITE les da un "aprobado", no así a la certificación energética, que es un "río revuelto" y no se ha aprovechado "la cantera de técnicos con experiencia".

Para Cebrián, la rehabilitación servirá para mejorar los edificios proyectados en "plena burbuja", pero reclama para ello un Plan Renove. "Fue un error no exigir la ventilación mecánica de los edificios con sistemas llamados de atemperamiento mecánico", finaliza.