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Cambio de ciclo, más calidad en las instalaciones, mejora de la coyuntura económica. Son algunas de las ideas que apuntan los ingenieros consultores que hemos entrevistado para la elaboración de este reportaje. El crecimiento del mercado se nota en el sector de la rehabilitación, en la actualización de equipos e instalaciones y en un ligero despertar de la obra nueva.
Los ingenieros consultores miran por fin al futuro con algo más de optimismo de lo que lo han hecho en los últimos años. Los tiempos más oscuros de la crisis parecen haber quedado atrás, aunque persisten muchos desafíos que son propios del sector, de la situación aún volátil de la economía e incluso otros que devienen precisamente del lugar del que venimos, la peor situación económica desde el crack del 29.
Honorarios, volumen de trabajo y cobros
Sobre la mejora de la coyuntura no tiene dudas David García, de Plenum Ingenieros. "Se nota que existe más movimiento, que ha cambiado la tendencia, la perspectiva es mucho mejor que la del último año. Hemos tocado suelo y ya estamos subiendo lentamente. Eso no significa que muchos de los problemas que sufrimos se hayan solucionado", afirma.
"Yo distinguiría en el análisis tres tipos de variables: honorarios, volumen de trabajo y cobros. Bien, aunque hayamos mejorado en el segundo punto, en los otros dos no lo hemos hecho demasiado. Los honorarios siguen por los suelos, de media la bajada es de un 30%. Los cobros siguen siendo difíciles, a más tiempo de lo que marca la ley de pagos".
"Pese a todo ello, creo que 2015 puede ser un buen año, de cambio de ciclo, de mejora sustancial sobre 2014 y nada que ver con el 12 y 13. Muchos compañeros me transmiten una opinión similar desde marzo-abril del año pasado, en que comenzó a animarse el sector de la mano de reformas de locales y edificios, mucho en el centro de las ciudades, en franquicias y negocios de restauración".
Para García, el certificado energético "no ha sido todo lo positivo que se esperaba". Su lectura tampoco es optimista sobre la Directiva de Eficiencia Energética y la Auditorías Energéticas. "Las propiedades y las empresas ven el coste más que el beneficio que significa el ahorro".
"Mi opinión, en cualquier caso, es que el sector de las ingenierías debe crecer si no existe algún factor externo que desestabilice nuevamente la economía. Lo que no conseguimos es dar valor a nuestro trabajo y encima tenemos una competencia de gente que sin estructura, trabajando como autónomos, tira los precios".
"La rehabilitación y la mejora energética de los edificios deben ser nichos de mercado importantes, pero sería interesante hacer hincapié en rehabilitaciones integrales, no simplemente lavados de cara", finaliza.
Rafael Úrculo, presidente de Aedici, también cree que el mercado ha cambiado. "Casi diría que de alguna forma se ha dado la vuelta. Hemos pasado de la atonía a una situación en la que los inversores inmobiliarios te piden poco menos que hagas el trabajo en una semana. El ambiente general es más positivo al que vivíamos hace unos años e incluso meses".
"En precios creo que hay dispersión, aunque en nuestra empresa no hemos cambiando nunca de política. Se ha instalado la idea de que siempre se puede hacer más barato, pero se darán cuenta de que no puede ser así. Imagino que también esto será cuestión de tiempo que se revierta".
"Por otro lado, también detecto que se pide más calidad, que se tiene más dinero en el bolsillo para acometer un proyecto. Seguramente todo el mundo se ha dado cuenta de que más calidad significa más ahorro a la larga. Para alquilar un edificio se debe dar un plus".
"Seguimos sufriendo el certificado energético, pero hay Directivas Europeas que cuando se apliquen exigirán muchísimo más, algo que se notará mucho en mantenimiento, que ahora se hace en plan barato, pero eso cambiará y se exigirá una mayor especialización. Los edificios no sólo deben ser calificados, sino mantener esa calificación a lo largo del tiempo. Si esto se exigiese, se necesitaría más gente con capacidad técnica".
"Por último, creo que, aunque la rehabilitación ocupe un 70% del mercado, las edificaciones nuevas tendrán su espacio. Además, veo que cada día se exige más, lo hace el inversor en un edificio, pero también el comprador de una vivienda cualquiera. Todo ello debe redundar en una mejora del sector".
Un horizonte mejor
Antonio Carrión, miembro fundador de Aedici, observa "un horizonte mucho más optimista". "La rehabilitación ya está tirando del mercado, también se ven escarceos de obra pública y las grandes empresas han comenzado a posicionarse. Lo cierto es que la situación está mejorando y estoy esperanzado".
Del lado normativo, Carrión opina que la "certificación energética" ha sido un chasco. "La gente se ha percatado de lo necesaria que era la calificación, pero la metodología no es la correcta. Lo único positivo es que se ha avanzado en concienciar a la sociedad, pero no es fiable la forma de calificar. La normativa muchas veces complica el trabajo de la ingeniería, debería ser más orientativa que otra cosa".
"La rehabilitación será absolutamente necesaria pero tiene que responder a mucha obra de los años 70, que ya está evidentemente obsoleta. Son edificios que se han hecho viejos y que se han degradado por un mal mantenimiento. Ahora hay que dar soluciones en estos edificios al cambio de hábitos sociales, porque a veces se trabaja en horarios de oficina que antes eran impensables".
Para Pedro Aguilera, de Aguilera Ingenieros, en España se ha mejorado, pero queda mucho por hacer. "No veo que exista todavía necesidad de nuevos equipamientos. Existen operaciones de cambio, compra, venta, pero no movimiento real en el sector, a lo que se añade la incertidumbre política que puede llevar a que muchas decisiones se aplacen”.
“Queda aún tiempo para que se active realmente la demanda, no veo que exista necesidad de fábricas, infraestructuras y demás. Seguramente estamos ante el paso de ciclo, pero hemos permanecido demasiado tiempo en el fondo. Durante los peores años de la crisis las ingenierías nos hemos tenido que buscar la vida fuera, pero eso tiene la lectura positiva de que el trabajo de nuestros ingenieros es muy bueno y es reconocido en el extranjero”.
“Otro problema que tenemos en nuestro país es la cantidad de normativas que hay que cumplir. Deberían suprimirse, sobre todo las de ámbito local y autonómico. En la Región de Murcia, por ejemplo, se ha aprobado una normativa para preparar las ITEs de los edificios. Habría que unificar y simplificar las normativas porque son más que suficientes las que emanan de la Unión Europea.
Otro asunto importante en mi opinión es la Ley de Servicios Profesionales, es urgente, absolutamente necesaria. Hay que dinamizar los servicios profesionales e incidir no en la titulación sino en las garantías de responsabilidad civil de los profesionales”.
“Creo que el sector ha tenido que realizar una catarsis en estos años de crisis, seguramente estaba también sobredimensionado, pero saldrá reforzado y será mucho más profesional”, finaliza.
Miguel Ángel Vaquero, de DiTec Ingenieros, se apunta también a la opinión de que el sector está mejorando poco a poco. "Se está empezando a remontar, hemos salido del pozo. Nosotros en nuestra ingeniería notamos que nos piden más instalaciones especiales, que son nuestro fuerte como empresa".
Sobre qué sector está tirando más de la demanda, Vaquero habla de la rehabilitación, pero también incide en la obra nueva. "Se ha comenzado a reactivar. En vivienda, además, todo lo que se está haciendo es de lujo".
Paul Gerard O´Donohoe, gerente de Tayra, también coincide en que "se nota que hay más actividad, pero también hay menos actores en el mercado y muchas ingenierías trabajando fuera".
"Mucho trabajo se están produciendo en actualización de instalaciones que han quedado obsoletas. A veces es un simple cambio de máquinas, que tiene que ver con la actualización de normativas, como, por ejemplo, en el caso de gases refrigerantes. ¿Qué haces ahora con un equipo de R-22?".
Para O´Donohoe, el futuro de las ingenierías pasa por "actualizarse en normativas, especializarse, conocer cómo medir instalaciones, valorar su estado, realizar estudios energéticos, etc".
José María García, de IKDI, también cree que existe un repunte de la actividad. "Se nota más trabajo en los últimos meses. Se observa en la solicitud de ofertas, pero por contra la situación de los honorarios se mantiene en la misma línea. El trabajo que sale es a precio más bajo".
"También aumenta la revisión global de inmuebles, reforma de centrales de producción, cambio de equipos, auditorías, pero obra nueva sigo sin ver".
Para García, a las ingenierías se las pide "cada vez mayor profesionalidad, manejo de herramientas de software, pero el mercado se mueve de alguna manera en sentido contrario con una economía que sigue en problemas. Y hay mucha ingeniería de mesa camilla que encima está tirando los precios", concluye.