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La salud del mercado de la bomba de calor parece más robusta que nunca. Es un producto que, además, se ha diversificado cada vez más y ya es capaz de ofrecer en los productos más avanzados refrigeración, calefacción y agua caliente sanitaria. Y todo ello a través de la aerotermia, una energía renovable que extrae la energía del aire.
Según el IDAE, se estima que en los hogares españoles existen más de 8,5 millones de bombas de calor instaladas
Lo cierto es que la evolución de las ventas de los equipos domésticos de climatización, según las cifras de la patronal AFEC, experimentó un incremento de alrededor del 13,6% en el primer semestre de este año 2017 con respecto al año anterior. El inicio del verano, con un mes de junio muy caluroso, determinó un período estival particularmente fructífero para el sector.
Las ventas de este año, por otro lado, no hacen sino ratificar la buena salud del sector que viene creciendo con fuerza en todos sus segmentos en las últimas campañas.
La bomba de calor es capaz de ofrecer ahora una solución multifunción, que incluye también el ACS, pero en su doble versión de refrigeración y bomba de calor, se trata de un sistema que lleva años imponiéndose en el mercado. Un fabricante habla de que en los hogares españoles los equipos con versión bomba de calor alcanzan un porcentaje del 86,8%.
Según datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) sobre el parque de bombas de calor en nuestro país, se estima que en los hogares españoles existen más de 8,5 millones de bombas de calor instaladas.
La consideración de la bomba de calor como tecnología renovable por parte de la Unión Europea supuso un espaldarazo para este tipo de sistemas. Las normativas, además, son cada vez más restrictivas con los sistemas de calefacción con combustibles fósiles, lo que también es una ventaja para estas soluciones tanto en nueva construcción como en reforma y rehabilitación.
Su futuro también parece que será muy halagüeño ya que cada vez existen más requerimientos en el ámbito de la eficiencia energética en edificación. Además, los aspectos normativos cada vez impondrán un mayor rendimiento y un menor consumo a los equipos, con soluciones respetuosas con el medio ambiente.
