Calderas de biomasa: Un mercado con mucho potencial, pero que no acaba de despegar

España es un mercado con grandes posibilidades porque existe mucha biomasa y una tecnología atractiva para su desarrollo, pero el sector parece haberse ralentizado. Y eso que la biomasa presenta un buen puñado de ventajas: su rentabilidad, es una energía limpia y renovable, viene de la mano de una tecnología probada y fiable, y por último, el combustible que se necesita es local, lo que genera puestos de trabajo y riqueza en las zonas rurales.

Pero ciertamente en el otro lado de la balanza, hay que situar los hándicaps contra los que lucha esta energía, como que el gasóleo se ha abaratado mucho en los últimos tiempos, existe cierto desconocimiento y desconfianza a la hora de desarrollar los proyectos, no se invierte lo suficiente y existen instalaciones que en su momento se hicieron mal y cuentan con calderas de baja calidad que perjudican la imagen del sector.

Algunos fabricantes también se quejan a la hora de analizar el mercado del poco apoyo que encuentran en las administraciones. Por ejemplo, existen ayudas para la colocación de calderas de gas en el ámbito doméstico, pero no sucede lo mismo en el caso de la biomasa.

Todas las marcas coinciden en el bajo precio del gasóleo como el factor corrector en el crecimiento del mercado de biomasa. Eso ha provocado que en muchos casos no se haya apostado por la renovación de la instalación con esta energía. Tampoco está ayudando en los últimos tiempos el factor climatológico, con temporadas casi veraniegas en pleno otoño, lo que perjudica a todo el sector de la calefacción.

En cualquier caso, algunos fabricantes valoran el mercado de una manera positiva ya que la consideración social de esta energía va en aumento y también sus prestaciones técnicas. Avebiom, la patronal del sector, también es optimista sobre su evolución y habla de un crecimiento del mercado.