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El segmento de termos eléctricos presenta buenas perspectivas de negocio que tienen que ver con factores como la buena evolución de la reposición-sustitución, su mercado principal, y los indicios de reactivación de la obra nueva.
También habría que apuntar en línea con estos argumentos, otras variables que juegan a favor de estos productos, fundamentalmente aspectos de carácter normativo y, como consecuencia de ellos, la búsqueda constante de productos cada vez más eficientes.
Lo cierto es que desde que, en septiembre de 2015, entraran en vigor las Directivas de Ecodiseño (ErP) y Etiquetado energético (ELD), el mercado ha evolucionado hacia productos de máxima eficiencia.
Los termos eléctricos integrados dentro del LOT2: Generadores de ACS, tuvieron en septiembre de 2017 un nuevo requerimiento a nivel de eficiencia relacionado con el etiquetado, estando prohibidos aquellos con clasificación energética inferior a C.
El mercado ha ido mejorando año a año. Los fabricantes se han afanado cada vez más en implementar tecnologías que buscan hacer productos más eficientes energéticamente. En ese sentido, hay que apuntar los avances en materia de control y programación de los termos y la mejora en la construcción de los mismos para evitar pérdidas de calor y mantener el agua caliente dentro del termo durante más tiempo. Estos avances se traducen en más ahorro energético y también económico.
En el mercado del confort doméstico ganan terreno las soluciones eléctricas cada vez más eficientes. La tendencia hacia la electrificación es cada vez mayor en los hogares.
Y el termo eléctrico es una solución interesante para la producción de agua caliente sanitaria en cualquier hogar, especialmente en segunda vivienda y viviendas con destino turístico.
El trabajo de prescripción también es importante a la hora de asegurar la elección del termo más adecuado en función de las necesidades, el tipo de agua según la zona geográfica y las características particulares de cada instalación.