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La actividad instaladora sigue con una evolución favorable en los meses de marzo y abril, y apunta a que se mantendrá de ese modo para mayo-junio. Lo cierto es que son meses ya de calor, en los que comienza la temporada alta de reformas y la campaña de climatización. Los instaladores tienen mucho trabajo en el período de primavera y verano. A la buena salud del sector ayuda el momento óptimo de la economía, que se manifiesta en el aumento del consumo y la reducción del paro, y en algunas variables más propias de este mercado, como la buena marcha de la construcción.
Lo cierto es que la favorable evolución de la economía tiene su traducción en todos los sectores productivos del país. En el caso que nos ocupa, la situación de bonanza tiene su propia traducción en la buena marcha de la construcción, lo que también redunda en el sector de la instalación.
Además, la construcción, no sólo significa más obra nueva, sino un repunte claro de la rehabilitación de edificios y de la reforma de locales y viviendas. Y ahí también tiene mucho que decir nuestro mercado.