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Las estadísticas que ha dado a conocer AFEC, la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización, sobre el comportamiento de este sector en 2019, reflejan diferencias entre el mercado de distribución y el de difusión de aire. El primero sí creció en el último año, pero el segundo registró un descenso.
Si analizamos las cifras concretas del último año, en distribución la subida fue porcentualmente de un 3,82%, con una facturación que pasó de 12,75 a 13,25 millones de euros, mientras en el caso de la difusión, el descenso se situó en un -2,06%, con un mercado que pasó de facturar 40,34 en 2018 a 39,52 en 2019.
Para 2020, todo ha quedado condicionado por la crisis provocada por el COVID-19, que altera la realidad de cualquier sector, aunque en el caso del que analizamos quizá se pueda encontrar alguna oportunidad derivada de la necesidad de contar con un aire interior de la máxima calidad en los edificios tras la pandemia.
Esa opinión es avalada por algunos de los fabricantes que han participado en este informe. Uno de ellos habla de un mercado enfocado a la crisis sanitaria que estamos viviendo, muy lejos de las necesidades habituales de aplicación de este tipo de productos. De hecho, gran parte de las obras de distribución y difusión de aire están paradas. Pero algunos fabricantes no hablan de un decrecimiento de actividad generalizado, ya que existen demanda en la lucha contra el SARS COV 2.
Ahora se habla de tratamiento de aire en términos de seguridad. Y en este caso, lo que sí ha cambiado es el tipo de producto objeto. En todos los sectores se buscan soluciones en tratamiento de aire que ayuden a combatir el coronavirus. Y se puede hablar de dos productos estrella: Los Purificadores de Aire que incorporan filtros HEPA y los productos de contención, como los sistemas Bag In Bag Out.
También hay innovaciones destacadas, como las soluciones de difusión mediante conductos textiles, con grandes ventajas frente a otros sistemas tradicionales. El conducto textil es lavable y fácil de desmontar. Evita la acumulación de suciedad en su interior, lo que reduce los efectos de alergias, síndrome de edificios enfermos y patologías adicionales en las zonas hospitalarias.