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El segmento de bombas de calor mantiene un rumbo favorable pese a la situación económica generada por la pandemia. Todos los fabricantes que nos han hecho llegar su opinión así lo corroboran, aunque hubo un bajón de las ventas en los primeros meses del año.
Según datos de AFEC, el primer semestre de 2020 registró un descenso fuerte de las ventas a consecuencia del confinamiento iniciado en marzo. El sector residencial, que registró una bajada del 13%, fue el que menos se resintió y antes se recuperó. Precisamente, una de las consecuencias de la pandemia ha sido el aumento del teletrabajo y del interés por aumentar el confort en las viviendas, lo que, unido a la buena campaña del verano, trajo un impacto favorable para las ventas de equipos.
Por otro lado, estamos hablando de un mercado con un gran futuro por delante. La bomba de calor convierte la sostenibilidad en una realidad tangible y es la tecnología más completa que existe en la actualidad. Hoy en día, las bombas de calor pueden cubrir las necesidades de climatización, calefacción y ACS de una forma sostenible y cómoda. Además, es susceptible de combinarse con otras tecnologías ecológicas como la solar fotovoltaica y la solar térmica.
Los equipos de aerotermia Aire/Agua para calefacción, refrigeración y ACS se imponen como opción predominante en la nueva vivienda con crecimientos superiores al 25% en estos últimos años, muy por delante de los sistemas de combustibles fósiles.
Las bombas de calor son una solución altamente eficiente al estar consideradas energía renovable. La razón es el aprovechamiento de la energía presente en el aire del ambiente a través de un circuito frigorífico, obteniendo así cerca de un 70% de energía. La bomba de calor cumple, además, con todas las directrices europeas de eficiencia energética y en materia renovable.
Por tanto, la aerotermia será probablemente el medio del futuro para abastecer de climatización a las viviendas y locales, tanto en obra nueva como en reforma, gracias a sus grandes beneficios en rentabilidad, respeto por el medio ambiente, facilidad de instalación, preparación para la transición energética y sinergia con otras fuentes renovables.