Empresas Premium
Empresas Premium
Presidente de AERCCA, la patronal de las empresas de repartidores de costes de calefacción, Ignacio Abati explica en esta entrevista las favorables consecuencias para el sector de la aprobación del Real Decreto 736/2020 sobre la Contabilización de Consumos Individuales en Instalaciones Térmicas de Edificios, "que tiene como objetivo prioritario la reducción de emisiones vía el ahorro y la gestión eficiente de este tipo de instalaciones". El Real Decreto supondrá importantes ahorros económicos para las familias y una reducción de emisiones de gases contaminantes.
Ignacio Abati es Presidente de AERCCA (Asociación Española de Repartidores de Costes de Calefacción) desde su fundación y Director General en España de ISTA. Ingeniero industrial y PDG por el IESE, ha estado vinculado al sector de la energía toda su carrera profesional en diferentes facetas, fundamentalmente en consultoría, y ha trabajado en proyectos en varios países como Argentina, Estados Unidos o Alemania. Su pasión por la eficiencia energética le ha llevado, en los últimos años, a promocionar en diversos foros, incluso en la Unión Europea, la contabilización individual de calefacción central en España.
¿Nos puede explicar de un modo breve la historia de AERCCA?
La Asociación Española de Repartidores de Costes de Calefacción, más conocida como AERCCA, nació hace casi una década, para llevar la filosofía de ahorro energético en calefacción, tan asentada en los países europeos, a España. Surge como vehículo para la implantación de los dispositivos de contabilización individuales, de acuerdo a la normativa relacionada con su implementación en los ordenamientos jurídicos europeo y español.
AERCCA se alinea con los compromisos de la Agenda 2030, en su lucha para frenar el cambio climático, y ayudar a que el parque residencial pueda ahorrar energía. No hay que olvidar que la calefacción (60%) y el agua caliente (24%) constituyen el 84% del consumo de energía de un edificio.
Estudios realizados demuestran que la instalación de repartidores de costes de calefacción modifica la actitud del usuario y permiten, dotando a los usuarios de las herramientas de control necesarias, un ahorro medio de un 25%.
¿Qué tipología de socios forman parte de AERCCA y qué servicios les ofrece la asociación?
La asociación está formada por 15 empresas, entre los que se encuentran los más relevantes fabricantes de dispositivos de contabilización y de válvulas termostáticas, así como empresas de servicio de reparto de costes de calefacción, que tienen como frente común la eficiencia y el ahorro energético en los edificios, principalmente residenciales, donde tenemos nuestro mayor campo de actividad.
Defendemos una filosofía común: para ahorrar energía y ofrecer confort al usuario, antes es necesario que el usuario disponga de información sobre su consumo, que sepa dónde, cómo y cuánto consume en calefacción. Cuanta más información tenga, mejores decisiones podrá tomar para ahorrar.
¿Cómo funcionan los repartidores de costes de calefacción? ¿Qué dispositivos son necesarios?
El funcionamiento de los repartidores, que deben estar fabricados de acuerdo con la norma UNE EN 834:1994, es sencillo. Para empezar, estos dispositivos constan de una carcasa, los sensores, un dispositivo de cálculo, una pantalla, una fuente de alimentación, los elementos de instalación y un precinto. Y miden dos temperaturas: la superficie del radiador y la temperatura ambiente de la habitación donde el radiador está instalado.
La lectura que se ve en el repartidor hace referencia a la diferencia de temperatura que existe entre la superficie del radiador y la temperatura ambiente. Cuanto más elevada sea esta diferencia, mayor será el esfuerzo del radiador para conseguir alcanzar el confort necesario y, en consecuencia, el consumo también será mayor. En cambio, si la diferencia de temperaturas es pequeña (menos de 4ºC), el repartidor no entrará en funcionamiento.
Para simplificar, el repartidor de costes empieza a medir consumos cuando:
- La diferencia de temperaturas entre la superficie del radiador y el ambiente sea mayor de 4ºC.
- En verano, cuando la temperatura del radiador sea mayor de 40ºC, y en invierno, cuando sea mayor de 29ºC.
El Real Decreto 736/2020 sobre la Contabilización de Consumos Individuales en Instalaciones Térmicas de Edificios establece que, siempre que no sea posible instalar contadores de calefacción en viviendas (cuando la distribución está dispuesta por columnas), se tendrán que colocar repartidores de costes, pequeños dispositivos electrónicos.
La diferencia entre ambos aparatos es que, mientras que el contador se instala uno por cada vivienda y mide directamente la calefacción en kWh, los repartidores se deben colocar en cada radiador y no miden kWh, sino una unidad de consumo que luego se utiliza para hacer, de forma rigurosa, el reparto de los costes de calefacción de la vivienda. Para ello, uno de los grandes logros de AERCCA es la promoción, en 2014, de un certificado de calidad con AENOR, que certifica a las empresas de servicio de reparto de costes en base a la calidad de sus productos y forma de repartir los costes entre los vecinos de un edificio.
Aconsejamos, asimismo, instalar válvulas termostáticas en los radiadores para regular la temperatura de las habitaciones. Porque si el ahorro es importante, también lo es el confort.
¿En qué consiste el Real Decreto de contabilización de consumos individuales en instalaciones térmicas de edificios?
Este RD tiene como objetivo prioritario la reducción de emisiones vía el ahorro y la gestión eficiente de este tipo de instalaciones. Para ello, se centra, principalmente, en dos aspectos: hacer que cada hogar pague por la calefacción que realmente consume, y que haya transparencia en la información de consumos, porque sólo sabiendo dónde, cómo y cuándo se consume energía se puede ahorrar.
Dicho esto, este RD obliga a la instalación de contadores de energía, o en su lugar, cuando no sea posible, repartidores de costes de calefacción en edificios con calefacción centralizada. Para ello, antes es necesario que la propiedad encargue dos estudios previos sobre su viabilidad técnica y económica, porque la comunidad de propietarios puede estar exenta de realizar esta instalación. No obstante, estimamos que menos de un 5% de los edificios quedarán exentos de la obligación de instalar alguno de estos dispositivos, dado el ineficiente parque inmobiliario.
Una de las críticas del sector a este Real Decreto es que llega tarde. ¿Cuál es su análisis como presidente de AEERCA?
Efectivamente el RD 736/2020, que entró en vigor el pasado 7 de agosto de 2020, llega con seis años de retraso. Aun así, estamos muy satisfechos por tener, por fin, un marco normativo que nos sirve de referencia para que España se ponga al nivel del resto de países europeos en contabilización individual de calefacción.
Nos preocupa, sin embargo, una cierta complejidad en la norma con respecto al cálculo de plazos de amortización de las inversiones para determinar si un edificio está o no exento.
En primer lugar, más del 90% de los edificios no tiene que realizar inversión alguna, porque la realidad del mercado es fundamentalmente en alquiler, por lo que el cálculo de plazo de amortización es, en su concepción, poco realista y sólo es un cálculo teórico.
Por otro lado, como ha pasado en otros países, esta complejidad nos tememos que abre la puerta a que edificios que simplemente se quieran saltar la norma, lo hagan impunemente. Creemos que la rentabilidad económica de esta iniciativa queda sobradamente probada con la simple pertenencia a zonas climáticas exentas y no exentas, un criterio transparente, riguroso y no abierto a interpretaciones.
¿Cómo mejorarán en términos de eficiencia energética las instalaciones térmicas de edificios gracias a la implementación de este Real Decreto?
Si echamos la vista a los últimos cinco años, en los que, aun no siendo todavía obligatorio, cientos de edificios han apostado por la eficiencia y el ahorro energético, con la instalación de repartidores de costes en unas 180.000 viviendas en España, todo apunta a un alto grado de satisfacción y confort por parte de los ciudadanos. Según los estudios y encuestas que hemos realizado, el 84% de las viviendas tiene la sensación de haber ahorrado o, al menos, no haber pagado más por la calefacción.
Y es que una cosa es ahorrar –prácticamente todas las viviendas ahorran- y otra diferente es que tengamos la sensación de estar ahorrando. Los factores que determinan la percepción de ahorro en un sentido o en otro son muchos. Así, por ejemplo, si un invierno es más frío que el anterior, este debido a la borrasca Filomena, lógicamente habrá mayor gasto en calefacción, o si existen derramas u obras en la caldera.
Con este sistema, los propietarios reciben una factura más, la de calefacción, que antes no recibían porque estaba incluida en la cuota de comunidad. Pero esa cuota comunitaria ahora se reduce significativamente. En cualquier caso, la razón fundamental por la que una familia ahorra menos que otras, es porque se desentiende de gestionar su propio consumo. Si en una vivienda tenemos todos los radiadores abiertos consumiendo calefacción que no necesitamos, y nuestros vecinos en cambio gestionan su consumo reduciendo el gasto, sin duda pagaremos más que antes.
¿Cuáles son los plazos para implementar este Real Decreto en los edificios españoles?
La fecha límite para la instalación obligatoria depende de la zona climática en que se encuentre el edificio (quedando exentas las zonas climáticas A y B que corresponden a parte del litoral mediterráneo y las islas) y el número de viviendas que tenga (por encima o debajo de 20), pero siempre será antes de mayo de 2023.
Las zonas climáticas se asignan a la población según el clima del que disfrutan. Además, el Real Decreto establece que al menos 15 meses antes de la fecha obligatoria de la instalación, las comunidades de propietarios han tenido que solicitar los presupuestos para cumplir con la nueva normativa.
Concretamente en Madrid capital, donde las fechas límite para instalar los contadores son octubre de 2022 o marzo de 2023, dependiendo del número de viviendas, los plazos para solicitar los presupuestos serían: antes del 1 de julio de 2021 para edificios de 20 o más viviendas y antes del 1 de diciembre de 2021 para edificios de menos de 20 viviendas.
Es importante entender que una población puede no estar en la misma zona climática que la de su capital de provincia. Por ejemplo, Madrid capital está en la zona D pero Cercedilla está en la zona E.
¿Hasta qué punto se beneficiarán los socios de AERCCA en su actividad de este Real Decreto?
Como empresas no podemos ignorar que la aprobación de esta normativa marcará el camino para ayudar a alcanzar los objetivos de la Agenda 2030. Pero los más beneficiados son los usuarios finales, como se ha demostrado con el ahorro económico y energético conseguido en otros países de nuestro entorno.
Las empresas de AERCCA hemos hecho un gran esfuerzo al ofrecer en alquiler nuestros productos y servicios, a cambio de un cierto tiempo de permanencia, de forma que los usuarios no tengan que hacer ninguna inversión inicial. La ecuación es muy simple: cada vivienda pagaría, de media, unos 7 € al mes, en un “todo incluido” (alquiler del dispositivo, medición, liquidaciones, mantenimiento, etc.). Pero lo más importante es que esa misma vivienda media ahorra desde el primer mes 17 euros. Es decir, desde el principio, una vivienda tendrá disponible 10 euros más en su bolsillo, sin tener que hacer inversión alguna. El propio ahorro en calefacción paga y excede por sí solo el coste a incurrir.
Por otro lado, y con el objeto de apoyar a los colectivos más vulnerables en la implantación de esta medida, que favorecerá un consumo más eficiente, el Gobierno dijo que habilitaría una partida presupuestaria para la concesión de ayudas, aunque aún no hemos tenido noticias al respecto.
También abre una nueva vía de trabajo para las empresas instaladoras, ¿no?
Por supuesto. El Gobierno estima que la aplicación del Real Decreto generará en torno a 2.000 o 3.000 puestos de trabajos, directos e indirectos. Calculamos que hay unos 50 millones de euros que en los próximos años irán a manos de los instaladores, por lo que es una enorme oportunidad también para este colectivo tan golpeado por la crisis.
Y los usuarios finales, ¿qué ventajas tendrán en términos de confort y consumo energético?
Según nuestros datos, la aplicación de esta medida supondrá no solo importantes ahorros económicos a las familias, sino también una reducción de emisiones de gases contaminantes. La medición individual significará un ahorro cercano a los 1.100 millones de euros en los próximos cinco años, además de una reducción de 1,05 millones de toneladas de CO2 anuales. De media cada hogar podrá ahorrarse unos 250 euros anuales.
En este sentido, el Gobierno calcula un ahorro medio de un 24%. Existen numerosos estudios que corroboran, e incluso superan, ese porcentaje. La Unión Europea, basada en dichos estudios, determina que el ahorro potencial de la contabilización individual de calefacción, justo con las herramientas de regulación precisas, llega incluso a un 26%. En España, la Universidad de Alcalá ha realizado dos estudios, con un resultado de un 24,9% de ahorro.