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El mercado de ventilación ha ganado espacio en los últimos meses como consecuencia de la llegada de la pandemia del Covid-19, que ha puesto en primera línea la importancia de este tipo de equipos.
Si observamos los datos de AFEC en el último año 2020, se puede establecer una diferencia clara entre la evolución del negocio de ventilación industrial y ventilación residencial. Mientras en el primer caso se registró una caída del 9,00%, en el segundo el ascenso fue espectacular hasta alcanzar una subida del 25,20%.
Las razones de esta variabilidad en las cifras habría que buscarlas en el primer caso en la paralización de grandes proyectos en el sector terciario en general, mientras que en el segundo la llegada de la pandemia ha sido decisiva para una nueva mirada hacia la calidad del aire interior y la apuesta por la ventilación de los espacios como forma de proteger la salud.
Es evidente que los usuarios se han concienciado sobre la importancia de la calidad del aire interior, aunque según apuntan varios fabricantes que han participado en este informe todavía falta para alcanzar un nivel de penetración de este tipo de productos similar al que tienen los países del norte de Europa, donde existe una gran tradición en la instalación de sistemas de ventilación.
Por otro lado, a medida que el usuario adquiera conocimiento sobre la ventilación, incrementará su nivel de exigencia y esto se trasladará inmediatamente al sector.
La nueva mirada hacia la ventilación confortable y saludable que garantice la mejor calidad del aire interior y la eficiencia energética son factores que van a ayudar al desarrollo del mercado en los próximos años. En esa idea ya está implicado todo el sector.
Por otro lado, las normativas, algunas de ellas propias del sector de la ventilación, también favorecen y lo harán más aún en el futuro la implementación de estas soluciones. La instalación de recuperadores de calor, por ejemplo, es obligatoria por el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificio (RITE). También el nuevo Documento Básico de Ahorro de Energía (DB-HE) exige mayor eficiencia energética, lo que es una evolución clara en el tiempo desde la ventilación natural anterior al CTE HS 2006.