Calderas y ACS: El sector recupera en 2021 las ventas perdidas por culpa de la pandemia

Tras un año 2019 en el que el mercado se comportó de un modo favorable, el sector registró una facturación de 647 millones de euros en el ejercicio 2020, un 8% menos, según cifras de la patronal Fegeca.

El comportamiento durante el último año fue, en cualquier caso, desigual en función de segmentos de mercado, con una caída del 14% en calderas murales y un 11% en calderas de pie. Los calentadores bajaron un 3%.

La previsión de las marcas para 2021 es favorable, con una apuesta clara por productos innovadores que mejoren su eficiencia energética, mayor conectividad e integración con energías renovables, como solar, aerotermia y otras.

Todo ello de la mano de la tecnología de condensación. Las calderas de condensación presentan múltiples ventajas, como un menor nivel de emisiones de NOx, una modulación amplia y precisa, además de un considerable ahorro de energía y costes al usuario si se comparan con calderas convencionales.

Lo cierto es que la industria del sector de la calefacción, y más concretamente el segmento de calderas y generadores de ACS, avanza con firmeza hacia el cumplimiento de la transición energética, siendo una mayor eficiencia y seguridad los aspectos clave para su desarrollo.

El impulso de este mercado también viene de la mano de la actualización de la normativa, como es el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios), que, en su compromiso por la sostenibilidad, buscar acercar el objetivo del consumo de energía primaria en un 39,5% en 2030.

Hablamos, por tanto, de soluciones adaptadas a las nuevas directivas europeas sobre Eficiencia Energética, ErP, ELD y RITE. Desde el pasado 1 de julio el RITE ha sufrido algunas modificaciones, entre las que destaca la posibilidad de instalar calentadores de tipo B en zonas exteriores. Algo que ya se estaba haciendo en Andalucía y Cataluña y que ahora se extiende a todas las Comunidades Autónomas.