Bomba de calor: Un sector que crece y que resulta clave en el proceso de descarbonización

Si bien es cierto que el mercado sufrió el pasado año 2020 como consecuencia de la pandemia, las cifras de ventas se han recuperado en el presente ejercicio. La caída de las ventas en datos porcentuales, teniendo en cuenta los tres segmentos analizados por la patronal AFEC (Terciario/Industrial, Comercial y Residencial/Doméstico) fue de un 7,42%, aunque en el caso del residencial/doméstico el saldo fue positivo con un crecimiento del 2,17%, muy al rebufo de la necesidad de instalar equipos que garantizasen un mayor confort en el hogar.

En cualquier caso, el futuro por delante no puede estar más despejado para los fabricantes de bombas de calor que aportan al mercado una tecnología limpia que no utiliza combustibles fósiles. La aerotermia cumple con los criterios que marca el Código Técnico de la Edificación (CTE) que obliga a los edificios de nueva construcción a contribuir con energías renovables a la generación térmica del ACS. Además, estos sistemas ayudan a disminuir la tarifa eléctrica con un ahorro aproximado de un 40% respecto a sistemas convencionales.

Poder disponer en un único equipo de refrigeración, calefacción y agua caliente sanitaria hace de la bomba de calor un sistema muy adecuado para instalar, tanto en obra nueva como en reforma. Además, es susceptible de combinarse con otras tecnologías renovables como la solar fotovoltaica y la solar térmica. Teniendo en cuenta también la parte económica, los sistemas basados en bomba de calor son en la actualidad los más baratos en cuanto a coste energético kw generado/kwh consumido.

De lo que no cabe duda es que hoy en día se puede considerar que la bomba de calor es uno de los equipos más completos. Además, se encuentra en pleno proceso de expansión y es una tecnología clave para conseguir los objetivos de descarbonización que se ha propuesto la Unión Europea.