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El mercado de emisores de calor ha recuperado sus cifras de ventas en este año 2021 tras un ejercicio 2020 aciago como consecuencia de la pandemia. Las cifras de la patronal Fegeca reflejaron una caída del mercado el pasado año 2020 de un 22%.
Este año, sin embargo, la industria ha recuperado el resuello, en buena media por la activación de obras de reforma y también por un mercado de nueva construcción que se ha comportado de un modo decidido.
En nueva construcción, lo más habitual es la entrada en las obras de emisores de calor eléctrico, además de los nuevos sistemas de climatización.
Lo cierto es que, pese a la competencia con otros sistemas, el mercado de emisores de calor, tanto en rehabilitaciones como en nueva construcción, sigue siendo un nicho de mercado importante dentro del negocio de la calefacción.
Además, los productos que se ofrecen tienen más valor añadido, son elementos de calidad que van acordes con la estética del hogar. Los emisores térmicos se integran en las nuevas instalaciones domóticas y sistemas del hogar como Alexa o Google Home. Un valor que muchos fabricantes también ofrecen con los toalleros eléctricos.
En este sentido, todos aquellos productos que dispongan de opciones de programación tendrán una ventaja competitiva sobre los más sencillos, ya que permiten al usuario controlar el consumo de sus equipos y hacer un uso más inteligente y óptimo de los mismos.
Hablamos, por tanto, de un mercado en constante evolución que ofrece innovación y eficiencia energética, que además se adapta en todo momento a las exigencias de cada cliente.
El radiador sigue siendo, según apunta un fabricante que ha participado en el estudio, un método eficaz, económico y sencillo de instalar.
Hoy en día, los emisores térmicos son una alternativa muy válida como solución de calefacción, una forma también de llevar confort a una segunda residencia o a una estancia pequeña, gracias a su capacidad de cubrir la demanda de calor de una forma muy rápida y cálida.