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La actividad económica no decae pese los nubarrones económicos que se ciernen en el horizonte y los que ya están sobre nuestras cabezas. La crisis energética, la inflación y la situación geopolítica tras la invasión de Ucrania no se han trasladado aún a la microeconomía, o al menos, a muchas de las actividades económicas. La llegada del buen tiempo y del calor, la necesidad de reformas en los hogares y la mejora de la actividad turística son factores que, al menos a día de hoy, pesan más en el balance positivo. La anotación es de un 6,0, igual que la previsión.
Lo cierto es que, pese a los problemas de orden económico y geopolítico que existen, de momento la actividad empresarial de nuestro sector no se ha resentido en exceso. Habrá que ir viendo, eso sí, que sucede con el paso de los meses, especialmente tras el verano.
Existen ciertos problemas de suministro de equipos, pero de momento la actividad de los instaladores sigue manteniendo un buen rumbo, algo que se refleja en la media de actividad instaladora y en la previsión. Un 6 que refleja estabilidad.
Si pensamos en las razones de esta coyuntura favorable, seguro que hay que citar el buen momento que vive la reforma con la llegada del buen tiempo, la necesidad de cambio de equipos por otros más eficientes a la hora de planificar las obras en viviendas o retail y la ola de calor que ha tirado mucho de la instalación de aire acondicionado.
También el turismo se ha reactivado, por lo que muchas zonas que viven de estos ingresos y de la llegada de viajeros también benefician el trabajo de las empresas instaladoras.
Los Planes Renove que se han ejecutado o se están ejecutando son factores que dinamizan así mismo la actividad. La apuesta de las diferentes Administraciones en torno a los Fondos Next Generation tiene en el punto de mira la rehabilitación energética edificatoria, un segmento de la industria en el que nuestro sector tiene mucho que decir.