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El mercado de bomba de calor es seguramente el de mayor futuro de entre todos con los que cuenta el sector y el que goza de mejor salud actualmente. La tecnología de aerotermia crece en doble dígito cada año y así también será en 2022, pese los problemas económicos que han llegado en el final del ejercicio.
Se trata de la solución más eficiente para la climatización de edificios
Según las últimas estadísticas de AFEC, la patronal de fabricantes de climatización, el aumento general de venta de máquinas en el ejercicio 2021vs2020 fue de un 12,91%. En el caso concreto de equipos del segmento residencial y doméstico, la subida se situó en un 13,78%.
La bomba de calor con aerotermia lleva muchos años siendo considerada energía renovable por parte de la Unión Europea, que cree que esta tecnología es clave en sus objetivos de descarbonización.
Hablamos, por tanto, de la solución más eficiente para la climatización de edificios, que además facilita la transición a energías renovables, tiene capacidad de hibridación (principalmente con solar térmica y geotermia) y resulta ser la más competitiva.
La venta de equipos de aerotermia no para de crecer porque, además, es una solución integral que permite refrigerar, calefactar y resolver las necesidades de agua caliente sanitaria de la vivienda. Así, un único aparato permite dar solución al confort del hogar, con una gran eficiencia y un menor mantenimiento.
En la actualidad, en obra nueva casi no se piensa en ninguna otra opción que no sea la bomba de calor con aerotermia, que también gana adeptos en el segmento de rehabilitación por su versatilidad y eficiencia energética, más en estos tiempos tan convulsos en el mercado del gas.
Por otro lado, tal y como apunta una marca fabricante, los equipos que utilizan la aerotermia como fuente principal de energía, como es el caso de las bombas de calor, cumplen con el criterio del Código Técnico de la Edificación (CTE) que obliga a los edificios de nueva construcción a contribuir con energías renovables a la generación térmica de ACS. Además, ayudan a disminuir la tarifa eléctrica con un ahorro aproximado de un 40% respecto a sistemas convencionales.
