La distribución profesional debate sobre los retos del canal en el futuro
El número de mayo-junio siempre nos sirve para observar con detenimiento la situación del sector de la distribución. En esta ocasión, lo hemos hecho por partida doble. Por un lado, hemos hablado con los diferentes actores que componen el mercado para elaborar un reportaje que refleja de un modo bastante exacto la actual coyuntura. Por otro, hemos reflejado las principales conclusiones de la Mesa de Debate que, en el Congreso de Amascal, unió a fabricantes, distribuidores e instaladores. Pues bien, la fotografía que resulta de ambos ejercicios es ciertamente optimista, aunque existe cierta preocupación por los desafíos que se derivan de la economía digital, la omnicanalidad o la amenaza de los grandes operadores verticales. El mercado lleva varios años en positivo, con crecimientos en algunos productos en doble dígito, muy volcado en la reposición y la reforma, y últimamente también, en la obra nueva. La eficiencia energética, la sostenibilidad y las nuevas soluciones que se deriven de estas dos variables presidirán el mercado en el medio plazo. También la digitalización y la normativa, cada vez más presente, como sucede en el caso del Real Decreto 115/2017 sobre gases fluorados, serán variables destacadas. La omnicanalidad es la palabra de moda en el sector. En torno a ella, existe el consenso de que cada vez será más necesario que nunca vender en todo tipo de plataformas, pero la tienda física no desaparecerá, en buena parte por la tipología de producto y su creciente complejidad. Para su instalación resulta necesaria la presencia de un profesional, para la venta, también, lo que abre el debate sobre cómo será el canal en el futuro y qué tipo de relación se establecerá entre marcas, distribuidores, instaladores y cliente final.