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Las personas fallecidas por incendio en vivienda durante 2014 ascienden a 116. Una cifra superior a la de 2013, con 103 fallecidos. Solo desde el 1 de diciembre hasta el 15 de enero han fallecido 32 personas, resultando uno de los periodos más trágicos de la década.
De nuevo se repiten las mismas variantes: los fallecidos son personas mayores de 65 años, el mayor número de muertes se produce de noche y el mayor número de incendios resulta en invierno.
Esta situación está provocando una alarma social justificada, y con ella múltiples movimientos entre los expertos en seguridad contra incendios (empresas de protección, bomberos, aseguradoras) para tomar medidas que reduzcan las muertes por incendio.
Algunas de las iniciativas que se están planteando son pedir al Gobierno que inicie una gran campaña de concienciación en prevención de incendios; y otra es que introduzca cambios en el Código Técnico de la Edificación para que sea obligatorio incrementar las medidas de seguridad contra incendios en las viviendas, como, por ejemplo, la instalación de detectores de humo que alerta en un primer momento de un fuego incipiente y ofrece la posibilidad de escapar. La detección de incendios en viviendas será exigible en Francia a partir del 8 de marzo y ya es una realidad en otros países europeos, como Reino Unido, Holanda, Suecia y Alemania.
Los incendios en viviendas con algún fallecido de las últimas semanas han contribuido a que el balance anual de incendios en viviendas durante 2014 haya superado en un 11,5 % a los fallecidos en 2013.
Según los datos recogidos (bomberos y aseguradoras) la mitad de las víctimas mortales se producen en los meses de invierno. Por comunidades autónomas, Murcia se apunta el mayor índice con víctimas mortales (5,4 por millón de habitantes), seguida de Castilla y León (4,7), Baleares (4,5) y Aragón (4,4), en tanto que las de menor tasa son Navarra y La Rioja (sin muertos), Canarias (1,4) y la Comunidad de Madrid (1,5).
Las principales causas que originan los incendios con víctimas mortales son los aparatos productores de calor (29%), la electricidad y los fumadores (20%). El dormitorio y el salón son las estancias de la casa donde se producen la mayor parte de los incendios.
Campaña nacional de concienciación
Para reducir estos índices mortales, los expertos instan al Gobierno a iniciar una gran campaña de concienciación a nivel nacional, como sucedió con el cinturón de seguridad, que redujo drásticamente las muertes en los accidentes de tráfico. La concienciación es clave para asumir medidas en el día a día que eviten los incendios en vivienda.
La campaña emprendida hace unos años de instalar detectores de incendios en viviendas de mayores se va extendiendo en los municipios, pero aún no es suficiente dado el elevado número de víctimas por incendio.
Iniciativas en Europa
Esta tendencia de reforzar la legislación y aumentar las campaña de concienciación en viviendas se está dando en casi toda Europa. El último ejemplo, Francia, donde el próximo 8 de marzo será obligatorio instalar detección de incendios en las viviendas. En el Reino Unido también existe una gran sensibilidad en proteger a los ciudadanos, y se lanza periódicamente campañas de concienciación sobre la instalación de detectores autónomos y su mantenimiento periódico.
La Asociación Fire Safe Europa presentó a comienzos de diciembre al Parlamento Europeo un documento que recoge estadísticas y analiza la falta de armonización y actualización de la legislación de seguridad contra incendios. El estudio destaca que 4.000 personas mueren cada año en Europa a causa de los incendios. El texto concluye que se evitarían muertes si mejoraran (armonizaran y actualizaran) la legislación de seguridad contra incendios de los edificios en la UE, y se pusieran en marcha campañas de concienciación por parte de los Estados.
Protección básica
Haciendo un resumen de los medios de protección básicos y fáciles de instalar en una vivienda están: la detección de incendios, detecta el humo incipiente y avisa aun estando dormidos sobre un incendio. El extintor en la vivienda puede apagar un conato de incendio y evitar que se extienda el fuego. La boca de incendio equipada en el rellano de la escalera es otra de las medidas aconsejables. Los rociadores automáticos permiten sofocar el incendio con la acción directa del agua a través de los rociadores que son alimentados por tuberías. Se activan automáticamente. La ignifugación de los materiales se hace de fábrica en varios países de Europa en muebles, alfombras, cortinas, etc. Lo deseable es que tengan la menor contribución al fuego.
Es muy importante la compartimentación y protección estructural, que todos los elementos constructivos que componen una vivienda deben cumplir con una característica de resistencia al fuego que permita la evacuación de las personas y la intervención de los bomberos.
El control de humos en la escalera y garajes, la señalización de evacuación y las puertas cortafuego completan la protección del edificio de viviendas; para así mantener las vías de evacuación libres de humo, bien señalizadas y compartimentadas para que las personas puedan escapar del incendio.
Tecnifuego-Aespi aconseja, además, unas sencillas medidas de prevención y seguridad contra incendio: revisión anual de la red eléctrica, evitar la sobrecarga de enchufes, evitar las situaciones de riesgo, como cacerolas y sartenes en el fuego sin vigilancia, velas encendidas, estufas encendidas por la noche, fumar en la cama, etc., y la instalación de medidas de seguridad (detectores de humo, extintores, rociadores, protección de las estructuras y materiales, evacuación de humos, puertas cortafuego, etc.) que protegen, alertan y extinguen en los inicios de un incendio.