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La Asociación de Fabricantes de Generadores y Emisores de Calor por Agua Caliente (Fegeca) ha presentado su campaña “Si condensa, compensa” para informar al usuario final de las ventajas del uso de calderas de condensación, obligatorias a partir del 26 de septiembre como consecuencia de la nueva normativa europea de etiquetado y diseño ecológico ErP.
La nueva normativa europea de etiquetado y diseño ecológico ErP obligará a la comercialización de equipos más eficientes en todos los países de la Unión Europea a partir del 26 de septiembre. A partir de esta fecha no se podrán introducir ni fabricar calderas que no sean de condensación en la UE. Estos equipos permitirán a los consumidores españoles ahorrar de media un 25% en sus facturas de gas.
Por este motivo, se ha puesto en marcha la campaña “Si condensa, compensa”, presentada ante los medios por Sonia Pomar, secretaria general, y Vicente Gallardo, presidente de Fegeca, respectivamente, en la sede de la asociación. “Queremos llegar al usuario final a través de una tecnología que no es nueva, pero que ahora debe incorporarse de un modo masivo al mercado español”, afirmó Gallardo.
La campaña se desarrollará a través de banners on line, encartes en prensa y cuñas en radio. “Esta iniciativa significará el empujón definitivo para la tecnología de condensación”, añadió el presidente de Fegeca.
Ahorro económico y sostenibilidad
Las calderas de condensación contribuyen al desarrollo sostenible, la eficiencia energética y el respeto por el medio ambiente al emitir menos gases CO2 y NOx. Además del importante ahorro económico que provocan en el usuario por su reducción de consumo de gas, en este momento son varias las Comunidades Autónomas, como Madrid, Castilla-La Mancha o Valencia (a partir de mayo), que tienen en marcha Planes Renove para incentivar su desarrollo. Otras, como Andalucía, incluyen las calderas de condensación dentro de sus ayudas a la construcción sostenible.
Esta modalidad de calderas se ajusta a la nueva normativa europea de etiquetado y diseño ecológico ErP, que obliga desde el 26 de septiembre a la comercialización de equipos energéticamente más eficientes, como son las calderas de condensación. Esta norma, que afectará obligatoriamente a todos los países miembros de la UE, obedece al compromiso de Europa en su cumplimiento de acuerdos internacionales como el Protocolo de Kioto o el Plan 20-20-20.
“La condensación aporta, con un control adecuado, ahorros en la factura del gas de hasta un 30% sobre una caldera tradicional. El ahorro mínimo se sitúa entre un 15 y un 20%, pero puede llegar a ser de cerca de un 40% si se combina con radiadores de baja temperatura”, explicó Gallardo.
En 2014, se instalaron en España en torno a 100.000 calderas de condensación, lo que representó el 45% del mercado total. “En 2008 la penetración de las calderas de condensación era del 2%, lo que habla de su enorme crecimiento en un período de únicamente seis años”, apuntó Sonia Pomar.
Por otro lado, la nueva normativa de etiquetado energético que entra en vigor –que afecta también al resto de productos de generación de calefacción y ACS- permitirá a los ciudadanos comparar datos de consumo energético, prestaciones y cualquier otro tipo de característica, como ya sucede en el caso de los electrodomésticos.