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Expobiomasa celebra en la edición 2015 una década como escaparate de un sector que evoluciona y crece a muy buen ritmo en España. Del 22 al 24 de septiembre, todas las novedades en biomasa se podrán ver en Feria de Valladolid.
Diez ediciones de la Feria anual, profesional, internacional y especializada en tecnología de la biomasa más grande de Europa y que se ha convertido, con el transcurso de los años, en la referencia profesional del sector también para Iberoamérica. Desde 2006 han pasado por la Feria de Valladolid miles de profesionales, procedentes de 60 países, representando toda la cadena de valor de la biomasa.
Desde primeros de septiembre Expobiomasa contaba en su Listado de Expositores con 543 empresas y marcas repartidas en 26.000m2 de superficie expositiva. Una cifra muy próxima al objetivo marcado inicialmente por el organizador del evento, Avebiom, que hablaba de 550 firmas para este año 2015, y que se alcanzarán al cubrir pequeños espacios disponibles de última hora.
En esta 10ª edición se encuentran marcas procedentes de 27 países: Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Bulgaria, China, Croacia, Dinamarca, Eslovenia, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Italia, Irlanda del Norte, Japón, Liechtenstein, Lituania, Polonia, Portugal, República Checa, Suecia, Suiza, Turquía y Reino Unido. En 2014 Expobiomasa contó con representación de tecnología de 25 nacionalidades.
En cuanto a la participación profesional, el reto de Avebiom para Expobiomasa 2015 es alcanzar los 18.000 visitantes. En la última edición, el número de visitantes únicos según los registros de acceso al recinto alcanzó los 16.423 profesionales.
A Expobiomasa le sientan bien los años, y buena culpa de esta agradecida evolución la tiene “el enorme tirón de la biomasa para uso térmico en Europa” explica Javier Díaz, presidente de Avebiom y Expobiomasa. En palabras de Díaz, “el uso térmico además está cogiendo un impulso si cabe mayor, debido a la decidida apuesta de los gobiernos de la UE y de la propia Comisión Europea, que han optado por apostar clarísimamente por la rehabilitación energética de los edificios, y por la sustitución de las energías contaminantes por energías limpias, lo que está suponiendo un formidable estímulo para el sector de la biomasa, que ni siquiera el descenso en el precio del petróleo ha sido capaz de frenar”.