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Las Comunidades de Propietarios con sistema de calefacción central que renuevan sus viejas calderas por calderas de condensación e individualizan su sistema de calefacción logran, de media, ahorros energéticos anuales superiores al 40%. Así se desprende de un informe realizado por Remica Servicios Energéticos, elaborado con datos obtenidos por la entidad certificadora TÜV Rheinland durante las dos últimas temporadas de calefacción (2013/14 y 2014/15).
En el verano de 2013 Remica Servicios Energéticos encargó a la empresa certificadora TÜV Rheinland la evaluación de los ahorros energéticos que se produjeran en los edificios con calefacción central, en los que se implantaran medidas de ahorro y eficiencia energética (MAEs), determinados mediante el Protocolo IPMVP de EVO, que es el de mayor prestigio en los países de nuestro entorno.
Los edificios, con ahorros a certificar, debían cumplir las siguientes condiciones:
Mediante la evaluación conforme IPMVP de EVO de Remica y con las facturas de consumos energéticos producidos cada ejercicio, TÜV Rheinland puede emitir certificados de ahorros energéticos reales de manera anual, durante los siete años posteriores a la ejecución de la reforma.
Conclusiones del informe
De las reformas realizadas en el año 2013 por Remica Servicios Energéticos, 29 Comunidades de Propietarios cumplen todas las condiciones indicadas anteriormente. Estas Comunidades están ubicadas mayoritariamente en Madrid, aunque también hay algunas de Valladolid y Cáceres.
Tras la implantación de MAEs, durante la temporada de calefacción 2013/2014 se lograron ahorros del 25,54% en el edificio que menos redujo su consumo energético, y del 52,32% en el edificio con mayor ahorro, siendo el ahorro medio en los 29 edificios del 37,89% durante el primer año.
En la segunda temporada (2014/2015), en los mismos edificios, los ahorros fueron aún mayores, con un mínimo del 31,30%, un máximo del 64,98% y un ahorro medio del 41,62%.
Lo primero que pensamos es que esta variación tan significativa en los ahorros conseguidos tal vez se debía a que el invierno 2014/15 había sido más suave que el 2013/14 y recurrimos a los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Grados-día base 20/20 en Madrid Barajas desde octubre a mayo de cada año) y la sorpresa fue que no solamente no había sido más suave el segundo invierno (2.276,2 GD20), sino que había registrado temperaturas más bajas que el anterior (2.202,4 GD20), es decir, que fue un 3,35% más frío.
Ante nuestro estupor, consultamos con empresas multinacionales del sector para conocer cómo había sido la experiencia en otros países en los que habían implantado los sistemas de individualización de consumos de calefacción. Su respuesta fue que, durante los tres primeros años tras adoptar esta medida, los ahorros energéticos en las Comunidades de Propietarios van aumentando de forma progresiva. La explicación más razonable a esta evidencia es que no todo el mundo cambia sus hábitos de consumo de calefacción durante el primer año y se tarda un tiempo en conciliar el confort y el gasto deseados.