Haier aconseja cómo reducir el gasto en electricidad sin dejar de calentar los hogares

Aunque no es muy conocido ni utilizado en España, el sistema de la bomba de calor hace que su consumo de energía sea reducido en comparación con su rendimiento y la búsqueda de la opción más eficiente acaba siendo una necesidad. Los sistemas de climatización son una de las principales fuentes de consumo energético doméstico en España. La característica de la bomba de calor se debe a su funcionamiento: está basado en transportar calor en vez de generarlo. Es una máquina térmica que mantiene tu hogar a la temperatura perfecta durante todo el año y produce agua caliente, de forma sencilla, económica y respetuosa con el medio ambiente.

Es por eso que Haier nos muestra la gama Dawn de aire acondicionado/bomba de calor doméstico que utiliza el nuevo gas refrigerante R32, mucho menos contaminante y una mayor eficiencia con categoría energética SEER A+++ / SCOP A+++.

Este modelo, cuenta además con la más innovadora tecnología, como el control WiFi, que permite controlar la temperatura interior del hogar desde un Smartphone o Tablet, de manera remota. Equipado con la función Ecopilot, su doble sensor de presencia y de radiación solar, la temperatura, la frecuencia de uso, así como el modo de bajo consumo se ajustan automáticamente detectando los movimientos humanos, la presencia o ausencia de los mismos.

Con una alta eficiencia energética tanto en modo calor como modo frío, estos modelos serán útiles en verano y en invierno, ayudando al usuario a obtener la temperatura deseada en el interior de la vivienda a lo largo del año. Para una mayor comodidad, el sistema «Super Quiet» y la tecnología «A-PAM Inverter» garantizan una gran potencia para todas las frecuencias de funcionamiento del compresor y un ahorro de energía durante el funcionamiento silencioso de 15 dBA, presentando el nivel de ruido de los más bajos del mercado.

Por eso, Haier nos da algunos consejos para pasar estos días más fríos de la forma más económica:

1. Crear zonas de calor es fundamental para evitar que el frío se disperse por la vivienda. Debemos crear el hábito de cerrar puertas de habitaciones en las que no estamos, así generamos pequeños aportes de calor en las que sí estamos, proporcionando más confort en casa.
2. También en el momento en que el sol incida sobre la vivienda deberíamos tener todos los huecos cerrados, pero sin obstáculos que impidan entrar la luz al interior, ya que así acumularemos el calor que nos proporcionara el sol.  En cambio, cuando el sol se pone, el proceso debe ser a la inversa para evitar que el calor procedente del sol se esfume.
3. Y, por último, el suelo es el elemento constructivo que mayor pérdida energética posee. En invierno, está a una temperatura media de 10 o 12 grados, mientras que en verano asciende a 14-16º. Por eso se recomienda el uso de soluciones textiles, como las alfombras, que, sin ser aislantes, conservan las altas temperaturas. Con todo, el suelo ideal para combatir el frío es el parqué o la moqueta, más confortables y calientes que los pavimentos de mármol.