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La firma Kroll, especializada en investigaciones corporativas, ha revelado los resultados del seguimiento a las importaciones ilegales de gases HFC (hidrofluorocarbonos) a partir de denuncias notificadas en toda Europa. Estos nuevos datos prueban que la Unión Europea sigue experimentando la entrada ilegal de grandes cantidades de estos gases.
A pesar de las medidas adoptadas durante el pasado 2019 para reforzar el control y cumplimiento de la legislación actual, la investigación de Kroll ha identificado distintas vías por las que los gases ilegales están accediendo a la UE, permitiendo clarificar la envergadura del problema.
“Los últimos descubrimientos de Kroll revelan la complejidad del problema. Las numerosas maneras por las que los HFC están cruzando las fronteras europeas es verdaderamente preocupante y muestra que este problema requiere de una estrategia coordinada a nivel europeo,” señala Murli Sukhwani, Director General para EMEA FluoroChemicals de Chemours y miembro del Comité Técnico Europeo de Fluorocarbonos (EFCTC) –perteneciente al Consejo Europeo de Federaciones de la Industria Química (CEFIC)-.
A través de una investigación promovida por el Comité Técnico Europeo de Fluorocarbonos (EFCTC), Kroll ha realizado un seguimiento en base a 228 denuncias de actividades ilegales, entre marzo y diciembre de 2019, de las cuales 14 proceden de España. A raíz de ello, han sido identificados cientos de envíos de gases HFC, mayoritariamente procedentes de China. Estos datos se compartieron con organismos de seguridad de doce estados miembros de la UE. De ahí que se haya detectado un incremento del control y el cumplimiento de la legislación, como los recientes casos de decomiso en Bulgaria e Italia.
Muchas de las denuncias recibidas están vinculadas a cilindros de un solo uso, que son ilegales en el mercado europeo, y a productos ilegales que han sido vendidos a través de plataformas de comercio electrónico, como eBay, OLX o MarktPlaats. De hecho, en base a dichas denuncias, solo en 2019 Kroll interpuso 444 demandas para eliminar páginas web con productos ilegales procedentes de 15 plataformas de comercio electrónico.
La investigación de Kroll ha identificado los principales tipos de comercio ilícito de gases HFC que permiten su entrada a la UE. En algunos casos los HFC se declaran para ser transbordados a través de la UE hacia otros destinos, pero finalmente se comercializan de forma ilegal en la UE fuera del sistema de cuotas. En otras ocasiones se recurre al abuso de las cuotas por parte de titulares y nuevos operadores, debido a que el importador no dispone de cuota suficiente para cubrir sus importaciones. En esta misma línea, otras prácticas usuales son el contrabando abierto de mercancías declaradas en aduanas en las que el importador no tiene cuota y la comercialización de productos falsificados y prohibidos. Aun así, la agencia privada de investigación ha logrado reunir pruebas sobre un total de al menos 3.000 toneladas de HFC ilegales, que podría ser equivalente a 4,7 millones de toneladas de CO2 o, lo que es lo mismo, a las emisiones generadas por conducir más de 3,5 millones de coches nuevos durante un año.
A medida que avancen las investigaciones, se estima que posiblemente se pueda demostrar que dichos resultados sean solo la punta del iceberg del comercio ilegal en Europa. Las importaciones a gran escala no solo obstaculizan el cumplimiento de los objetivos climáticos de la UE, sino que también financian otras actividades ilegales y reducen los impuestos nacionales destinados a alternativas legales.
“Los resultados muestran que los esfuerzos para frenar el comercio ilegal están empezando a tener impacto. Las denuncias en la Línea de Reporte procedentes de toda Europa nos han permitido verificar de dónde provienen algunos envíos de HFC ilegales, a dónde van y cómo son transportados”, añade Sukhwani. “Afortunadamente, estas medidas continuarán teniendo un fuerte impacto en la lucha contra el comercio ilegal, que permitirá lograr los objetivos climáticos en un futuro”.