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CNI lamenta que la mayoría de nuestros edificios no cumplan con los requisitos legales mínimos de ventilación exigidos desde hace 23 años con 3 Reglamentos y un Código Técnico de la Edificación.
En el marco de los fondos de recuperación europeos Next Generation EU, CNI ha enviado un informe técnico al Secretario General de Industria y Pyme del Ministerio, explicando cómo desde hace 23 años se vienen incumpliendo reiteradamente las normas referentes a ventilación y proponiendo unas medidas. “Ahora con el COVID-19 es imprescindible comprobar la ventilación del edificio y diseñarla e instalarla si carece de ella, ya ha quedado suficientemente probado cómo afecta la falta de ventilación a la salud de las personas en un edificio, ahora hay que informar a los usuarios correctamente para que tomen las decisiones adecuadas para proteger su salud”, afirma Blanca Gómez Directora de CNI.
Ha tenido que llegar una pandemia para poner en descubierto el grave problema de los edificios en España. Las exigencias legales en cuanto a ventilación no se cumplen en la mayoría de edificios. Expertos internacionales confirman que la transmisión del COVID-19 aumenta en espacios cerrados sin ventilación.
24 años de normas incumplidas
Ya hace 24 años en el año 1997 el RD 486/1997, exigía una renovación mínima de 30 m³ de aire limpio por hora y trabajador. Se olvidaron de los edificios domésticos, pero fue un comienzo. En 1998 el RITE con el RD 1751/1998 nos facilitó cifras concretas de caudales de aire remitiéndose en locales ocupados a la norma UNE 100011. Seguimos avanzando y en 2006, el Código Técnico de la Edificación (CTE), ya regula la calidad del aire interior en edificios de viviendas, trasteros y garajes. Y llegamos al año 2007 con el RITE que habla ya de un caudal mínimo del aire exterior de ventilación en función del uso del edificio y los cinco métodos para su cálculo. Las aulas de enseñanza, por ejemplo, deberían tener un aire de buena calidad IDA 2, con 45 m³/h y persona (o su equivalente 12,5 l/s).
Recientemente el Gobierno en su “Guía sobre recomendaciones de operación y mantenimiento de sistemas de climatización y ventilación para la prevención de la propagación del COVID-19”, recomienda como la acción más importante, una correcta ventilación con una renovación de aire por ocupante de 12,5 l/segundo equivalente a una IDA 2: aire de buena calidad. El Gobierno también indica que este tipo de medida solo será posible si se disponen de unidades de tratamiento específicas de aire exterior.
España es un país con exceso de leyes y mayor incumplimiento aún de las mismas. Así se lo ha hecho ver CNI al Ministerio. Los instaladores gozan de una posición privilegiada puesto que son el contacto final con el usuario y ven lo que hay en las instalaciones, “La mayoría de edificios de afluencia pública simplemente no cumplen la normativa de ventilación, o cumpliéndola no mantienen adecuadamente los equipos o no los utilizan para ahorrar energía, la casuística es enorme”, afirma Javier Ponce, miembro del Comité Técnico de CNI.
Informar y concienciar al usuario
CNI lamenta que imperen motivos económicos ante la salud. Por eso aboga por una correcta información al usuario final sobre sus obligaciones como propietario del edificio y los sistemas o equipos que con total garantía le ayudarán a cumplir la ley y a mejorar la calidad de aire interior protegiendo así su salud. Sólo la renovación permanente de aire ventilación con admisión de aire del exterior, es una garantía de salubridad interior. Los filtros de las UTAs protegen de los contaminantes del exterior (polen, partículas finas, gases) pero al no recircular el aire de dentro no filtran el COVID. Hacer una inversión en ventilación es mucho más lógico que pagar miles de euros en sistemas de filtración, que parece ser la solución hoy en día ya que no exige obra y es sencillo de colocar.
¿Ventanas abiertas en invierno? ¡Hay otras soluciones! Propuesta de CNI al Ministerio
Tenemos que transformar nuestros edificios para que ayuden a que nuestra salud sea óptima y no enfermemos. Para ello basta con acciones simples y efectivas que CNI ha propuesto al Ministerio:
Disponemos de estudios de entidades reconocidas y de prestigio que prueban claramente que:
“Tenemos que diseñar, instalar y mantener edificios para ayudar a la salud de sus ocupantes, pero nunca para empeorarla, y es nuestra responsabilidad como profesionales instaladores hacer todo lo que esté en nuestra mano para conseguirlo” finaliza Blanca Gómez