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El especialista en material eléctrico y sistemas de automatización de edificios y viviendas, Jung Electro Ibérica, dará un nuevo paso para reducir aún más su impacto medioambiental y compensar su huella de carbono colaborando en la reforestación de un bosque quemado en el municipio barcelonés de El Bruc, como ya se está haciendo en la isla brasileña de Marajó, víctima de la tala ilegal.
Como parte de su estrategia de sostenibilidad, Jung Electro Ibérica calculó primeramente su huella de carbono en todos los ámbitos de la empresa con la ayuda de expertos de Reflora Initiative. Estos aplicaron las normas más exigentes de la industria, como el protocolo internacional GHG sobre gases de efecto invernadero. Este tiene en cuenta las emisiones producidas por la flota de vehículos, la electricidad consumida, el desplazamiento de empleados, los viajes de negocios, la compra de bienes y servicios (equipos electrónicos, papel o plástico), el trabajo a distancia, la producción de residuos, etc.
En el siguiente paso, la empresa barcelonesa invertirá en el proyecto de El Bruc los créditos de carbono obtenidos. Este consistirá en replantar y recuperar una superficie forestal de 3,63 hectáreas, contribuyendo a restablecer los ciclos biológicos naturales de la región. Asimismo, en Brasil la empresa está apoyando el proyecto Marajó REDD, que protege más de 97.000 hectáreas de tierra de la deforestación y promueve el desarrollo económico y social en la región.
En ambos casos se trata de proyectos certificados mediante la metodología RIQA desarrollada por Reflora. Este procedimiento evalúa cada iniciativa según 33 parámetros tanto de impacto ambiental y social como de gobierno. "Con estas medidas, Jung Electro Ibérica demuestra ser una empresa con visión de futuro y estamos orgullosos de haber contribuido", ha señalado el director general de Reflora Initiative, Nicholas Phillips.
Solo los proyectos mejor valorados se aprueban para actividades de compensación de huella de carbono. Esto asegura que las intervenciones en El Bruc y Marajó cumplen con los más exigentes requisitos de calidad, garantizando además un resultado óptimo para el ecosistema local y para la sociedad que lo habita.
Proyectos duraderos
“La protección del medioambiente y la conservación de los recursos, que requiere pensar en términos generacionales en lugar de buscar éxitos a corto plazo, siempre ha sido parte de la cultura de nuestra empresa”, ha comentado Marian García, directora de marketing de Jung Electro Ibérica. Por esta razón, el protocolo RIQA de Reflora otorgó el aprobado a los proyectos de Cataluña y Brasil, porque van más allá de la mera reforestación y atienden también a su impacto en la comunidad local, así como a su gobernanza en el largo plazo. Esta última es de 50 y 30 años, respectivamente, y supone la implicación de agricultores locales que supervisan el proyecto en el caso español y, en el brasileño, la creación de una cooperativa de productores agroextractivos en la que participan 58 familias.
Esta última ubicación, situada a doce horas en barco de Belém do Pará (Brasil), es un paraíso de la biodiversidad que durante mucho tiempo sufrió la tala ilegal de madera. El proyecto ha transformado este patrón destructivo por otro en el que se generan ingresos sostenibles, se imparte formación técnica a la juventud y se fomenta el emprendimiento social.
Por otro lado, la historia reciente de El Bruc es la de un paraje cubierto antiguamente por pastizales altos y bosque bajo de Pinus halepensis, típico de la flora española, que se perdió en gran parte en los incendios forestales del verano de 2015. Símbolo de la resistencia y el ingenio frente al ejército napoleónico en la guerra de la Independencia, está situado en la Muntanya de Montserrat y cuenta con el apoyo del Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona, así como del MITECO (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) y de los agricultores locales. La intervención medioambiental consistirá en la repoblación con especies de árboles autóctonos, con el objetivo de proteger el suelo contra la erosión y crear un bosque más resistente frente a los incendios.
Estrategia de sostenibilidad
En su modelo de negocio, Jung Electro Ibérica promueve el diálogo con clientes, prescriptores y distribuidores para fomentar el consumo eficiente de energía. “Con este objetivo —señala Marian García—, desarrollamos prácticas sostenibles como son la logística de distancia corta, la producción energéticamente eficiente o la gestión inteligente del packaging”.
Con su compromiso de producción exclusiva en Alemania, Jung acorta significativamente las dimensiones de sus redes logísticas. Tanto las de proveedores, muchos de los cuales se sitúan alrededor de los centros de producción de la empresa en Schalksmühle y Lünen, como las de distribución de productos en Europa. Estas últimas se basan en un sistema de almacenamiento eficiente y en la selección de pedidos automatizada, que reducen al mínimo la cantidad de envíos.
Por otro lado, Jung invierte en la eficiencia energética de sus instalaciones y plantas de producción. Por ejemplo, en la fábrica de Lünen se emplea iluminación LED equipada con control de brillo vinculado a la luz del día través de DALI.
Asimismo, en el caso de los embalajes de sus productos, la empresa utiliza principalmente papel de desecho reciclado, en cantidades que pueden llegar a ser del 100%. Si es posible, las cajas se arman mediante inserción y solo se usan adhesivos en lugares particularmente expuestos. Además, las cajas se ajustan para evitar el uso de rellenos o embalajes externos innecesariamente grandes, utilizando también técnicas de plegado y cortes inteligentes que evitan insertos adicionales y protegen el producto de manera óptima.
Por otra parte, como fabricante de tecnología de sistemas de construcción, Jung está comprometido en el uso eficiente de la energía en los edificios. Esta es la razón por la que el fabricante alemán invierte, desde hace décadas, en investigación y desarrollo de sistemas de automatización con KNX. Numerosos edificios en todo el mundo cumplen así con los más altos estándares de construcción sostenible según certificaciones nacionales e internacionales.
Estos ejemplos denotan que el control y la gestión de la energía y las redes, con el objetivo de conservar al máximo los recursos disponibles, son cada vez más importantes en nuestra sociedad. En este contexto, el lema de la empresa: “El progreso por tradición” está tan vigente como cuando Albercht Jung la fundó en 1912. Supone el compromiso con las ideas que facilitan la vida y la mejoran, haciéndola así más duradera en el tiempo. Significa, en consecuencia, que el progreso solo puede ser sostenible y si no, no es progreso.