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La biomasa confirmó en la Conferencia Internacional de Energías Renovables, SPIREC 2023, la solidez de su contribución a un sistema de energía descarbonizado, más sostenible y gestionable.
El papel de la bioenergía en el mundo y en España, con el foco en la estratégica valorización energética de la agrobiomasa y en los beneficios de implantar redes de calor urbanas con biomasa, fue el tema de la jornada organizada por la Asociación Mundial de la Bioenergía (WBA) y la Asociación Española de la Biomasa (AVEBIOM) en SPIREC 2023, el 20 de febrero.
La jornada contó con la participación de representantes de ambas asociaciones y de las empresas REBI-Recursos de la Biomasa, principal promotor y gestor de redes de calor con biomasa en España, y MAGNON Green Energy, filial de energía renovable de Grupo ENCE y principal generador de electricidad con biomasa del país.
Christian Rakos, presidente de la WBA, presentó los grandes números de la bioenergía a escala global: con una cuota del 96% es la energía renovable por excelencia para producir calor y, hasta que se expanda su electrificación, también para transporte renovable con un 90% de contribución en forma de biocarburantes.
El gran reto de la bioenergía en el mundo es aumentar la eficiencia en su uso, puesto que prácticamente el 75% de la biomasa utilizada es leña y carbón vegetal en usos tradicionales. Comparado con los 59,2 EJ de energía que proporciona la biomasa a escala global al año, tan solo el 1,5% se obtiene de los pellets, la biomasa “moderna”.
Christian Rakos señala dos caminos a seguir: reemplazar equipos ineficientes de calefacción o cocina por otros de gasificación y/o que utilicen biomasas densificadas como pellets o briquetas; y valorizar masivamente los subproductos locales de la agricultura.
Pablo Rodero, responsable de certificación de biocombustibles y sostenibilidad en AVEBIOM, repasó la situación en España, donde el 82% del calor renovable y el 5% de la electricidad renovable se obtienen de la valorización de la biomasa. Esto quiere decir que el 14% de las necesidades térmicas del país y algo menos del 2% del consumo eléctrico se cubren con bioenergía.
También en nuestro país es necesario corregir el actual uso ineficiente de la leña reduciéndolo a, al menos, un tercio del consumo total en 2030 y, por otra parte, aumentar la valorización de agrobiomasas como podas de olivo y frutales, cáscaras, etc.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, PNIEC, establece un objetivo muy conservador para la biomasa en comparación con el potencial y la tendencia de uso observada en la actualidad: frente a los 400 ktep propuestos por el PNIEC, desde el proyecto Agrobioheat se calculó una capacidad de incremento de la generación de energía solo con agrobiomasa superior a los 1000 ktep en 2030.
Pablo Rodero destacó que, para garantizar la mayor eficiencia y sostenibilidad y las menores emisiones en la valorización energética de las biomasas, el sector es conminado a demostrar su excelencia a través del cumplimiento de normativa europea y nacional cada vez más exigente (Reglamento de Ecodiseño, RITE, etc); y señaló que la implantación de esquemas certificadores como SURE, ENplus o BIOmasud contribuye a construir un sector cada vez más competitivo.
Dos modelos de valorización energética de la biomasa: redes de calor y generación de bioelectricidad
Emilio López, director ejecutivo en REBI, repasó las ventajas que ofrecen las 6 redes de calor urbanas con biomasa que han construido y operan en calidad de empresa de servicios energéticos: ahorro económico, menor huella de carbono y reducción de riesgos técnicos y financieros para los usuarios; creación de empleo; y mejora de la salud global del ecosistema.
En este sentido, recalcó que la valorización energética de la biomasa contribuye de manera decisiva a reducir la virulencia de los incendios forestales, cada vez más peligrosos en el área mediterránea. “Necesitamos la bioenergía, ya no por el aprovechamiento de la energía, sino para salvar nuestros bosques”.
Esteban Santirso, director de la Unidad Negocio Trading Biomasa en Magnon Green Energy, señaló la importancia vital de optimizar la logística de la biomasa para mantener la sostenibilidad y la rentabilidad de la generación de energía. Ser capaces de valorizar cualquier tipo de biomasa cercana a sus instalaciones supone una clara ventaja operativa. La compañía aprovecha una amplia diversidad de materias primas para abastecer a sus 8 centrales eléctricas, con una cuota del 50% de agrobiomasas (podas, paja, subproductos del sector oleícola…).
Más información en: www.avebiom.org