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Cambios en la legislación que refuercen la seguridad en las viviendas, una gran campaña de sensibilización sobre el riesgo de incendio, medidas de protección, mantenimiento responsable de los equipos e inspección de las instalaciones son algunas de las conclusiones de este acto organizado por Tecnifuego.
Cambios en la legislación que refuercen la seguridad en las viviendas, una gran campaña de sensibilización sobre el riesgo de incendio que informe sobre cómo actuar y qué medidas de protección existen, mantenimiento responsable de los equipos, e inspección de las instalaciones son algunas de las conclusiones extraídas de la mesa redonda de detección de incendios: ‘Hogares seguros frente a los incendios. Víctimas Cero’, que se ha celebrado en la sede de UNE en Madrid y ha estado organizada por Tecnifuego, Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios, desde su Comité de Fabricantes de Sistemas de Detección y Alarma de incendios.
El evento, que ha despertado un gran interés y afluencia de profesionales, ha sido inaugurado por Javier García, director general de UNE, y Antonio Tortosa, vicepresidente de Tecnifuego, que han dado la bienvenida a ponentes y asistentes a la mesa redonda, poniendo el énfasis en la necesidad de cumplir la normativa y la importancia del trabajo bien hecho basado en normas de diseño y calidad, en un ámbito como el de la seguridad contra incendios.
La introducción a la jornada la ha realizado Lluis Marín, coordinador Comité Sectorial Fabricantes Equipos de Detección de Tecnifuego, que ha informado con datos y estadísticas de las terribles consecuencias del riesgo de incendio, que cada año acaba con la vida de más de un centenar de personas. Marin defendió la necesidad de adaptar la normativa y regulación teniendo en cuenta las nuevas circunstancias como el estilo de vida, los nuevos riesgos, la antigüedad y altura o el plan de protección recomendado, haciendo énfasis en la necesidad de incluir detección de incendios en el interior de la vivienda, como ya sucede en otros países de nuestro entorno y que “son un ejemplo a seguir en materia de prevención y protección”.
Durante la mesa redonda, moderada por Jon Michelena, director de CEPREVEN, se fueron planteando diversas dudas y posibles soluciones, retos y alternativas que ayuden a aumentar la protección frente al fuego en las viviendas.
Algunas de las cuestiones planteadas fueron la necesidad de introducir cambios en la normativa para aumentar la protección. La opinión de Rafael Reyes, oficial de Bomberos División de Prevención, Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, es que la normativa es limitada y la existente no sirve para temas tan básicos como saber utilizar los extintores o cerrar las puertas cortafuego.
Beatriz Martínez del Campo, responsable Oficina de Ingeniería de Prevención de ALLIANZ, recomendó la formación de los vecinos en el uso de los sistemas contra incendios manuales como el extintor y la boca de incendios equipada. Defendió la instalación de detección, “sin lugar a dudas, porque las estadísticas nos dicen que donde hay detector y alarma de incendio, éste no pasa de conato en la mayor parte de los casos. Además, el coste de instalar PCI no es significativo en comparación con la inversión que una familia hace cuando adquiere una vivienda”.
En este sentido, Lluis Marín informó que la detección y alarma reducen el 75% la probabilidad de que un incendio se desarrolle, produciéndose víctimas en el 10% de los hogares que no tienen alarmas de humo. Asimismo, es muy importante considerar que hay diferentes grados de protección que puede contemplar desde el uso de detectores domésticos hasta la instalación de un sistema EN54, normalmente cuando se exija también en las áreas comunes”.
David Segura, miembro del Comité Sectorial de Ingeniería, Instalación y Mantenimiento de Sistemas de Protección Activa Tecnifuego, defendió la profesionalidad en la instalación, “como guía del buen hacer, podemos señalar la NFPA, asociación americana que desde hace muchos años es un referente, de ensayos, de guías de actuación, etc. y señala los equipos a instalar: detección, pero también rociadores automáticos, el marco regulatorio, etc”. Para sensibilizar a la población es importante una labor formativa, por ejemplo en los barrios, o en los colegios, por parte de los bomberos. Otor aspecto importante es reforzar el cambio normativo para introducir detectores en las viviendas.
Isabel Ocaña, vicepresidenta del Colegio de Administradores de Fincas de Madrid, propuso como tareas prioritarias para mejorar la prevención el informar y formar a los propietarios. “Cuando un edificio se rehabilita está obligado a actualizar los sistemas de PCI, desde Administradores de Fincas intentamos concienciar en este sentido”. La formación es muy importante porque en general se desconoce hasta cómo funciona un extintor, ni se sabe cómo actuar si hay humo en la escalera. “Yo creo que es importante en edificios de vivienda realizar un plan de autoprotección que nos dé las pautas de qué hacer, cómo evacuar, cómo actuar en caso de incendio. Este plan que ya lo tienen los edificios públicos, y creo que debería trasladarse a los edificios privados”.
Rafael Reyes informó de los trabajos en curso para integrar la detección de incendios en vivienda. Participamos en un grupo de trabajo con el ministerio para incluir una exigencia básica detección en vivienda. “Ahora solo se exige en edificios de más de 50 m. de altura. Nuestra propuesta es que en edificios de más de 28 m altura se haga una instalación de un sistema de detección (EN54), para el resto de los edificios nuevos queremos exigir la obligatoriedad de detectores autónomos dentro de la vivienda”. Actualmente, el CTE no lo contempla en el interior de la vivienda. El otro grupo de trabajo con UNE trata de ampliar la norma 23007-14 (sistemas de detección y alarma de incendios. Parte 14: Planificación, diseño, instalación, puesta en servicio, uso y mantenimiento) a la vivienda, y la idea es que se instalen como mínimo dos detectores por vivienda.
Jon Michelena en este punto piensa que se podría implementar también en vivienda un procedimiento de evaluación de riesgos como hacen las compañías aseguradoras en otro tipo de edificios.
Beatriz Martínez se muestra de acuerdo con esta iniciativa, también en viviendas “para una vez analizados los riesgos, sepamos implementar los procedimientos”. Realizar la evaluación de riesgos es un ejercicio de responsabilidad: “lo primero, detectar el riesgo; lo segundo, priorizar lo más urgente, y en tercer lugar, proteger adecuadamente estas agravaciones de riesgo críticas que se hayan detectado en las viviendas, solicitando subvenciones si fuera necesario.”
Los administradores de fincas pueden ayudar, por ejemplo, al rehabilitar el edificio podemos actuar sobre las los envolventes, que no sean propagadores del fuego, hay que adaptarse a la normativa, sectorizar, instalar puertas cortafuego, “pero hay que verlo en su conjunto, la rehabilitación, la sostenibilidad y la protección”.
David Segura, añadió que la inspección técnica de los edificios debe evolucionar, se deben implementar soluciones a las deficiencias que se encuentren en estas inspecciones. “Porque a veces, la sostenibilidad se olvida del incendio”.
En este sentido, Jon Michelena comentó que habría que recuperar este concepto de globalidad en las rehabilitaciones, una concepción global de eficiencia energética y seguridad, elegir materiales eficientes pero que no contribuyan a que se extienda un incendio.
Beatriz Martinez se mostró de acuerdo “efectivamente la sostenibilidad no tiene en cuenta el riesgo de incendio, debemos compatibilizar la eficiencia y la protección”.
El siguiente tema que puso sobre la mesa el moderador Michelena es la formación y sensibilización de los ciudadanos ante el riesgo de incendio.
En este aspecto, Isabel Ocaña cree que para que se entienda la obligatoriedad de instalar medidas de PCI en los edificios de viviendas debe basarse en una normativa real, justa y coherente. Y después se deben realizar grandes campañas públicas de concienciación, a través de los medios de comunicación, de jornadas y mesas de debates enfocadas a los presidentes de comunidades de vecinos “yo percibo mucho interés y ganas de aprender a cómo funciona un extintor, o cómo actuar en caso de incendio, porque la gente no sabe”.
Esta es una defensa histórica desde el sector de seguridad: “La formación desde el colegio es básica, es algo que venimos defendiendo en todos los foros desde hace años”, recalcó Jon Michelena.
La contribución de los bomberos en la formación se realiza habitualmente, según apuntó Rafael Reyes, a través de diversas jornadas en los colegios de Administradores de Fincas, es algo fundamental. “Para contribuir a ello, lo ideal sería es que los administradores de fincas informaran en las reuniones anuales de vecinos sobre el protocolo mínimo de actuación en caso de incendio”. Rafael además comentó la necesidad de que las administraciones públicas realicen una gran campaña de información como se hizo con el uso de los cinturones de seguridad, “una gran campaña que alcance a la población”.
El siguiente punto que introdujo Jon Michelena para el debate es la necesidad de mantenimiento de los equipos de seguridad contra incendios para que éstos conserven sus características y cualidades en todo momento.
David Segura reforzó esta idea de la importancia del mantenimiento de los equipos de PCI, “no basta instalar, los sistemas de PCI son silenciosos, solo funcionan en caso de emergencia y por ello, el mantenimiento es fundamental, y sus beneficios infinitos, ya que es el que garantiza que el sistema funcione”, aseguró. David planteó la necesidad de habilitar y validar aún más las nuevas tecnologías, ya disponibles, IoT, 5G, Servicios en cloud, para el soporte del mantenimiento, también para los sistemas que se instalen en el interior de la vivienda.
Lluis Marin añadió que “el mantenimiento de los equipos dentro de la vivienda es el siguiente paso, y es posible ya que existe la tecnología para hacer ese tipo de mantenimiento, por vía telemática, bien a través de una unidad de control colectivo conectado a un centro de gestión de datos de mantenimiento, bien a través de equipos detección doméstica con comunicación directa a CRI o iCloud, dispositivos con conexión WIFI e sistemas vinculados que proveen información de estado de cada detector”.
Beatriz Martínez otorgó gran importancia al mantenimiento porque “los sistemas de PCI no se utilizan nunca, y por ello debe cuidarse mucho que funcionarán en caso de emergencia, es un campo en el que encontramos a veces malas actuaciones, donde solo se pone la firma y la fecha, pero parece que no se realizan las tareas de mantenimiento, dando así una falsa sensación de seguridad que no se tiene”.
Para Isabel Ocaña, precisamente es muy importante realizar el mantenimiento de las puertas cortafuego, y de las luces de emergencia y señalización.
Para finalizar las intervenciones, Jon Michelena y Lluis Marin reunieron las propuestas y conclusiones planteadas para la mejora de la seguridad contra incendios en viviendas:
-Plan estratégico nacional que ponga en marcha una campaña informativa sobre los riesgos de incendio e informe de las soluciones.
-Incrementar la labor de concienciación del riesgo de incendio y la utilidad de instalar medidas de PCI.
-Formación de cómo actuar en caso de incendio y cómo manejar los equipos móviles de PCI.
-Desarrollar el marco normativo en el uso vivienda
-Actualizar la regulación, incluyendo la exigencia de detección y alarma de incendio a partir de 28 m de altura, incluyendo la protección del interior de la vivienda para nueva edificación.
-Incorporar la necesidad de una evaluación de riesgo de incendio, especialmente cuando corresponda la inspección periódica.
-La tecnología ayuda a comunicar y evitar alarmas. Existen numerosas ventajas, vía telemática, los sistemas de PCI conectados y en linea cloud.
-La importancia del mantenimiento y la profesionalidad de las empresas que lo realizan.
Tras la mesa de debate se dio paso a un interesante coloquio donde los asistentes pudieron consultar determinadas dudas y aportar sus experiencias.