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Cuando decidimos realizar reformas de baño, nos enfocamos en la estética y funcionalidad del espacio, pero uno de los aspectos más críticos es la instalación de fontanería.
Un trabajo mal ejecutado puede derivar en filtraciones, malos olores y problemas de presión de agua, lo que implica costos adicionales y molestias innecesarias. Para evitar estos inconvenientes, es fundamental conocer los errores más comunes y cómo solucionarlos.
Uno de los errores más frecuentes que se cometen al reformar un baño es no considerar una correcta distribución del mismo antes de comenzar. Cambiar la ubicación de sanitarios sin analizar la red de tuberías puede ocasionar problemas en el flujo del agua y generar atascos.
Consecuencias:
Solución: Es recomendable trabajar con un profesional que diseñe la distribución del baño teniendo en cuenta la ubicación de las tuberías existentes. Asimismo, se debe verificar que la inclinación de los desagües sea la adecuada para evitar atascos.
Seleccionar tuberías de baja calidad inadecuadas para el tipo de instalación es otro error habitual. Cada material tiene características específicas y no todas las opciones sirven para cualquier tipo de baño.
Consecuencias:
Solución: Optar por materiales certificados y resistentes a la humedad, como tuberías de PVC para desagües y tuberías multicapa o de cobre para el suministro de agua. Además, se deben respetar los diámetros recomendados para cada tipo de instalación.
En las reformas de baño, una correcta ventilación del sistema de fontanería es esencial para evitar malos olores y problemas en el desagüe de los sanitarios. Sin una adecuada salida para los gases acumulados, pueden generar obstrucciones y dificultades en el funcionamiento del sistema.
Consecuencias:
Solución: Es fundamental incluir válvulas de ventilación o instalar un tubo de ventilación que permita la salida de los gases acumulados. Consultar con un especialista ayudará a garantizar que la ventilación sea la adecuada según la normativa vigente.
Un grave error es no realizar pruebas de estanqueidad y funcionamiento antes de cerrar paredes y suelos. Muchas fugas no son evidentes de inmediato y pueden manifestarse semanas o meses después de finalizada la reforma.
Consecuencias:
Solución: Antes de dar por finalizada la instalación, es imprescindible realizar pruebas de presión y verificar que no haya fugas. Para ello, se recomienda llenar el sistema con agua a presión y revisar conexiones y uniones con atención.
Una correcta instalación de fontanería es clave para garantizar el buen funcionamiento de un baño reformado. Planificar la distribución, elegir materiales de calidad, asegurar una ventilación adecuada y realizar pruebas previas son pasos esenciales para evitar problemas futuros.
Siguiendo estas recomendaciones, se logrará un baño funcional, seguro y duradero.